La movilización de la ultraderecha para marchar sobre Barcelona el próximo sábado, Día de la Fiesta Nacional, en "defensa de España" y contra el "separatismo", se ha saldado, de momento, con un rotundo fracaso. Cinco formaciones radicales, encabezadas por el llamado Nudo Patriota Español, han puesto a disposición de sus simpatizantes varios autobuses low cost para el traslado hasta el castillo de Montjuïc de la capital catalana, pero hasta ayer sólo habían llenado 21 asientos.
La impulsora de la movilización es la plataforma La España en Marcha (LEM), que agrupa a cinco grupúsculos de extrema derecha: el Nudo Patriota Español, la Falange, Democracia Nacional, Alianza Nacional y el Movimiento Católico Español. Sus promotores, que advierten que "la unidad de España ni se vota ni se negocia", han marcado claramente distancias con la manifestación convocada ese mismo día en Barcelona por el Movimiento Cívico 12-O, al que consideran "parasitado por el cobarde y traidor PP".
Los radicales de LEM ofrecen billetes de ida y vuelta a Barcelona por 30 euros "IVA incluido", pero por ahora no han logrado completar un solo autocar. También la ultraderechista y católica Asociación Cruz de San Andrés está tratando de fletar autobuses en las principales capitales españolas para peregrinar con sus seguidores hasta Barcelona a festejar "la Hispanidad", el sábado, y al día siguiente viajar a Tarragona para la beatificación de 522 "mártires de la persecución religiosa".
La plataforma ultraderechista se constituyó de manera oficiosa el pasado 18 de julio -fecha emblemática para los nostálgicos del franquismo- mediante la difusión de un comunicado conjunto de las cinco facciones fundadoras, en el que abogan por "dejar de lado pequeñas diferencias que nos separan" y luchar por la "integridad e independencia de nuestra patria". Su ideario político arranca con la abolición de la Constitución e incluye la eliminación de las comunidades autónomas, la expulsión de inmigrantes o la negación de la homosexualidad.
El PSC pide la prohibición
El Partido Socialista de Cataluña (PSC) en el Ayuntamiento de Barcelona pidió ayer a la Generalitat que prohíba la concentración ultra del 12-O en Montjuïc a favor de la unidad de España. Su portavoz reclamó también al Gobierno central que aplique la Ley de Partidos e ilegalice a las formaciones "de extrema derecha y fascistas" convocantes. A esa petición se ha sumado ICV, la marca de IU en Cataluña, que denuncia "la permisividad con la que actúan en la ciudad los movimientos de ultraderecha".
Precisamente hoy se debate en el Congreso de los Diputados una moción de CiU para incluir un nuevo delito en el Código Penal que castigue "la banalización del holocausto o del nazismo a través de la utilización de símbolos nazis y totalitarios" y los insultos a políticos o instituciones democráticas con calificativos como "nazi". IU quiere ir más allá, y reclama que la exhibición de símbolos franquistas, como la bandera preconstitucional con el aguilucho, también sea considerada delito.
Fuente: El confidencial
miércoles, 9 de octubre de 2013
Los ultras no llenan ni un autobús para marchar a Barcelona contra la 'secesión'
9:00
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