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domingo, 13 de octubre de 2013

El toro de Osborne de Fuengirola, republicano y facha en el mismo día

El mismo día que España celebra el Día de la Hispanidad, el toro de Osborne de Fuengirola, uno de los más antiguos de España, situado en el cerro de Torreblanca, amaneció pintando con los colores de la bandera republicana española. No es la primera vez que esta imagen que pertenece a la historia de España ha sido objeto de pintadas reivindicativas.

Pero la broma no se quedó ahí. Por la tarde, el toro volvió a cambiar de bando y sobre las 16.00 horas lucía la bandera rojigualda, ya que en menos de dos horas alguien había pintado el toro con los colores rojo, amarillo y rojo, para sorpresa de todos los conductores que circulaban por la zona.

Esta acción, que se ha repetido en numerosos puntos de España durante los últimos años, también ha sido castigada por la autoridad judicial con penas de servicios sociales. Por ejemplo, en Cáceres al autor de las pintadas efectuadas en uno de los toros de Osborne, en Casar de Cáceres, al que dio apariencia de una vaca suiza, el fiscal pidió una condena de seis días de servicio a la comunidad. En Mallorca, en 2001, el único toro de la conocida marca de vinos apareció una mañana pintado con la bandera gay, año en el que se reproducía el acto vandálico en el toro de Son Munar, en Algaida.

La figura del toro de Osborne está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Monumento, y de forma individualizada también otras 10 de las 20 estructuras publicitarias conocidas como los Toros de Osborne localizadas en la comunidad andaluza, concretamente la del Toro de Fuengirola, el de Vélez-Málaga y el Toro de Casabermeja, en Málaga; el Toro de las Cabezas de San Juan (Sevilla), el de La Campana, el de Lora de Estepa, el de El Castillo de las Guardas y el Toro de Castilleja del Campo, en Sevilla; y el Toro de Albolote y el de Güejar-Sierra, en Granada.

La imagen de los Toros de Osborne, diseñada por Manuel Prieto Benítez (1912-1991), nació como una estructura publicitaria para pasar a convertirse en objeto artístico, siendo un ejemplo ilustrativo del 'pop-art' contemporáneo mientras funcionó como reclamo de Osborne. Esta pieza así concebida supuso una noción rompedora de los valores clásicos definitorios de la 'autenticidad', entendida como lo antiguo, único y excepcional. Desde el punto de vista antropológico, el Toro de Osborne constituye un símbolo, pero también un referente identificador de Andalucía, trascendiendo el soporte estético de la marca. La imagen proyectada esquematizada del toro de lidia representa un símbolo de buena parte de la cultura andaluza, plasmada en los rituales taurinos, herederos de la mediterraneidad.

Fuente: La opinión de Málaga

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