El BNG se ha quedado soloen su pretensión de demoler la gran cruz del monte vigués de O Castro. El rechazo del PP y la abstención del PSOE han impedido que prosperase en el pleno municipal una moción nacionalista que instaba al Gobierno local a derribar la denominada Cruz de los Caídos, inaugurada por Franco en 1961. Socialistas y populares se han referido a una acuerdo del Ayuntamiento de 1981 en el que se decidió que el monumento representara a todos los caídos en la guerra civil para justificar su rechazo a la iniciativa.
La moción, defendida por la portavoz del BNG, Iolanda Veloso, instaba al gobierno local a eliminar de la ladera del monte de O Castro, enfrente mismo del Ayuntamiento, un símbolo que “no es un monumento religioso ni un homenaje a todos los caídos, sino un emblema fascista”. El BNG pretendía cumplir así la Ley de Memoria Histórica, aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El concejal del PSOE Carlos López Font ha reivindicado que los socialistas “siempre han estado preocupados por la memoria histórica”, y ha repasado las actuaciones del gobierno local para dar cumplimiento a la citada ley, como la retirada de símbolos de fachadas de edificios institucionales o religiosos. Sin embargo, ha apuntado que “la fijación puede convertir en un símbolo lo que no lo es”, en alusión al acuerdo de 1981. “Hoy, la cruz de O Castro es solo eso, una cruz”, ha sentenciado. En su intervención, Font ha reconocido implícitamente un pacto con el Obispado que incluía el mantenimiento de la cruz en el céntrico monte vigués, en contrapartida por la retirada de los símbolos falangistas de las iglesias. El concejal del PP Roberto Relova, mientras, se ha limitado a precisar que el grupo popular declara “un apoyo total” al acuerdo municipal de 1981.
Veloso ha replicado a PP y PSOE que el acuerdo de junio de 1981 fue un intento de “reescribir la historia”. “Tirar la cruz de O Castro es una cuestión de justicia”, ha reclamado, para lamentar que en Vigo persistan “vestigios” de la dictadura cinco años después de que se promulgara la Ley de Memoria Histórica.
La moción rechazada incluía la eliminación de distintas referencias franquistas del callejero de Vigo y su sustitución por nombres de “personas republicanas luchadoras”. Reclamaba asimismo la colocación de un panel de advertencia próximo a los restos del capitán Carrero, quien en agosto de 1936 mandó el pelotón de ejecución que acabó con la vida del alcalde de Vigo, Emilio Martínez Garrido, y de otros siete socialistas y republicanos, que indique “que fue un criminal fascista”. Otro de los puntos de la iniciativa, que el BNG ha rechazado votar por separado, como le solicitaba el PSOE, consistía en adherirse al proceso judicial en Argentina contra los delitos de genocidios cometidos por la dictadura franquista.
Fuente: El país
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