El avión privado solía esperar en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), controlada por el Mando Aéreo General del Ejército del Aire. Allí, además de los aviones militares, tienen su base de operaciones las principales empresas de jets privados de España. Y entre ellas, Netjets Europe. En la pista, un avión Cessna Citation Excel solía esperar a la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein y sus acompañantes en sus frecuentes viajes por Europa. ¿El coste del avión? Unos 5.000 euros por cada hora de vuelo y solo siete pasajeros. No había hueco para miradas indiscretas, compañeros incómodos ni grandes escoltas. Solo la empresaria alemana y algunos responsables del Estado ocupaban sus asientos. El trayecto, a veces con destino a Niza, a veces a Palma de Mallorca, a veces a Marrakech, según fuentes de la propia empresa, se pagaba con una tarjeta prepago a nombre de una sociedad en Suiza; una firma abierta al margen de la contabilidad del Estado. Algo común en las operaciones de inteligencia. A efectos oficiales, esos viajes nunca existieron.
Un sistema similar fue el empleado para pagar por los servicios de la princesa Corinna. Fuentes de los servicios de inteligencia explicaron a esta revista que se habrían abierto dos cuentas en Suiza a nombre de “identidades operativas”; nombres completamente falsos pero dotados de documentación española (DNI y pasaporte) totalmente legal. Por norma general, este tipo de identidades se generan con autorización judicial para facilitar el trabajo de agentes encubiertos. Y se destinan en su mayoría a los agentes sobre el terreno que trabajan para el Centro Nacional de Inteligencia. Portavoces oficiales del CNI, cuyo director, Félix Sanz, comparece esta semana en el Congreso, niegan de forma taxativa que el Centro haya utilizado alguna de sus identidades operativas para abrir cuentas en Suiza donde realizar pagos a la princesa Corinna.
Consultadas por interviú señalan dos depósitos bancarios. Dos cuentas en el Bank of Scotland de Zúrich y el Private Bank de Ginebra. Desde allí, el dinero estaría gestionado por un conocido bróker helvético relacionado con los fondos de varias fortunas españolas en Suiza. Una vez recibido el dinero en esa cuenta secreta, el bróker se lo haría llegar a la princesa alemana, que tendría, “bien un poder notarial sobre ella o a través de cheques”. Algo que el financiero ubicado en Ginebra, consultado por esta revista, también niega. Con este sistema, que sería el mismo que se emplea, por ejemplo, para pagar un rescate o financiar una investigación sobre una venta de armas a ETA, el dinero no deja rastro; de modo que si un juez trata de seguir las huellas y pide información a Suiza, no encontraría nunca ningún pago a nombre de la princesa Corinna.
Fuente: Interviu
martes, 19 de marzo de 2013
Corinna cobraba el 3% por comisiones en Suiza
17:00
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