El 24 de junio de 1940, el III Reich vencía a Francia y le imponía el Armisticio tras una campaña de 40 días. Mientras tanto los puertos del África Occidental Francesa en Marruecos, Argelia y Senegal eran un caos, pues miles de refugiados se amontonaban en los muelles. Entre estos había muchísimos exiliados republicanos españoles de la Guerra Civil Española que habían huido de España debido al triunfo del general Francisco Franco.
La Francia de Vichy no ocultaba su desconfianza y rechazo hacia los republicanos españoles mayoritariamente izquierdistas y, aunque no procedió a deportarlos masivamente hacia España, les obligó a elegir entre prestar trabajos forzados en la metrópoli, enrolarse en la Legión Extranjera Francesa o ser repatriados voluntariamente. Por motivos evidentes, la mayoría de los veteranos de la Guerra Civil Española eligió la segunda alternativa, pues tenían buenas razones para rechazar la última ante una muerte segura.
Así pues, la mayoría de españoles que se habían enrolado en la Legión Extranjera se unieron al movimiento de la Francia Libre, aprovechando la llamada de Charles de Gaulle en 1940 y, entre los reclutas españoles del Norte de África, fueron numerosos los que aprovecharon la ocasión para continuar, aunque bajo otra bandera, su lucha contra el fascismo. Tras los desembarcos aliados del 8 de noviembre de 1942, las autoridades de la Francia Libre instaladas en Argelia crearon inmediatamente el Corps Franc d'Afrique, un cuerpo regular destinado a combatientes no franceses y que estaba formado en gran parte por españoles.
Los españoles entraron en combate en este frente contra los restos del Afrika Korps, compuesto por tropas alemanas e italianas, en diciembre de 1942 en Túnez. Durante la primera mitad de 1943, los republicanos españoles lucharon con ardor en los riscos y desiertos arenosos de Túnez. Finalmente, el 7 de mayo de ese año conquistaron la ciudad portuaria de Bizerta, siendo ésta su última actuación en África.
Papel en la Liberación de París
La ciudad de París se sublevó contra los alemanes el 20 de agosto de 1944, y Charles de Gaulle insistió ante el mando supremo aliado para que tropas de la Francia Libre acudieran a liberar la capital francesa antes que la Wehrmacht decidiera luchar en las calles y destruyera estructuras urbanas fundamentales (puentes sobre el río Sena, redes de agua, edificios públicos) conforme lo había ya ordenado Adolf Hitler.
Primeramente el mando estadounidense, dirigido por Dwight D. Eisenhower, prefería atacar masivamente a las tropas germanas que se concentraban al norte de París y retardar la conquista de dicha ciudad. Pese a ello, De Gaulle ordenó a sus tropas aprovechar la revuelta de la Resistencia Francesa con el fin de tomar París y para ello fue elegida la División Leclerc. Precisamente en esta ocasión la 9ª Compañía española desempeñó un importante papel al formar la vanguardia de su División, siendo la primera tropa en penetrar en la urbe.
A las 21:22 horas de la noche del 24 de agosto de 1944, la 9ª Compañía irrumpió en el centro de París por la Porte d'Italie. Al entrar en la plaza del Ayuntamiento, el semioruga español "Ebro" efectuó los primeros disparos contra un nutrido conjunto de fusileros y ametralladoras alemanas. Después los civiles que salieron a la calle cantando La Marsellesa, para su sorpresa constataban que los primeros soldados liberadores eran todos españoles. El jefe francés de la 9ª Compañía, Raymond Dronne, se dirigió hacia la comandancia del general alemán Dietrich von Choltitz para requerir la rendición.
Mientras se esperaba la capitulación final, los españoles tomaron al asalto la Cámara de los Diputados, el Hôtel Majestic y la Plaza de la Concordia tras sufrir un muerto. A las 3:30 horas de la tarde del 25 de agosto, la guarnición alemana de París se rindió y fueron los soldados españoles quienes recibieron como prisionero a Von Choltilz, mientras otras unidades francesas también entraban en la capital. El general estadounidense Eisenhower remitió entonces parte de sus tropas para colaborar con los franceses.
Al día siguiente, el 26 de agosto, las tropas aliadas entraron triunfantes en París. Los españoles desfilaron frente a la Catedral de Notre Dame y posteriormente escoltaron al general Charles de Gaulle por los Campos Elíseos. Los soldados españoles de la División Leclerc desfilaron llevando en sus estandartes los colores de la Segunda República Española; las posteriores protestas del régimen franquista fueron ignoradas por el gobierno francés.
Fuente: Wikipedia
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