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Los empleados de correos de la localidad de Lamezia Terme, en Catanzaro (Calabria), interceptaron ayer diez sobres con balas de varios calibres y una carta de amenazas que tenían como destinatarios el primer ministro italiano, Mario Monti, el exmandatario, Silvio Berlusconi, varios exponentes políticos y directores de los principales periódicos.
Las misivas llevaban un folio firmado por el Movimiento Armado Proletario en el que se reclamaba la corrección del plan de ajustes de 30.000 millones de euros diseñado por Monti y que se vota este viernes en la Cámara Baja.
"Os la haremos pagar a todos. Os haremos maldecir todas estas medidas con sangre. No deberíais dormir tranquilos nunca más. No nos falta plomo y ahora llega además el trinitrotolueno de los amigos árabes", se lee en
la carta según recogen los medios.
"El plan de ajustes está tan listo como lo está vuestro funeral. Nos veremos en Roma. No estamos en contra de las fuerzas del orden pero si alguno quiere hacerse el héroe debería pensar primero en su familia. Es una lucha justa y coherente contra los poderes fuertes y en defensa de la gente pobre", prosigue el texto.
"Las medidas para golpear siempre a los más débiles no deben ser aprobadas si no incluyen modificaciones radicales que defiendan lo poco que tienen las capas más débiles. ¿Os dáis cuenta de que estáis castigando a los trabajadores que junto con sus familias están ya en el suelo?", concluye la misiva.
Los directores de periódicos también amenazados
Los sobres iban también dirigidos al secretario del Partido Democrático, Pierluigi Bersani, el líder de la Unión de Centro, Pierferdinando Casini, la ministra de Trabajo, Elsa Fornero y los directores de periódicos Ferrucio De Bortolo (Corriere della Sera), Ezio Mauro (La Repubblica), Maurizio Belpietro (Libero), Leonardo Boriano (La Padania) y Lamberto Sechi (Il Tempo).
Según informa La Repubblica, en otra oficina de Bolonia habrían sido localizados varios sobres más dirigidos a otros políticos. El pasado martes, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, y la ministra de Interior, Anna Maria Cancellieri, recibieron sendas cartas con balas. En el caso de Alemmano, las amenazas se han atribuido al Nucleo Galesi per i PAC, un grupo terrorista de extrema izquierda formado en los años ochenta.
La semana pasada, la Federación Anarquista Informal (FAI) atentó contra el director de Equitalia, la agencia tributaria italiana, en su despacho de Roma y ayer fue hallado un sobre con pólvora en otras oficinas del mismo organismo.
No hay indicios de conexión entre los casos de explosivos y las balas, aunque la Policía empieza a extremar las medida de seguridad ante el miedo a una ola de atentados.
Esta mañana Massimo D'Alema, jefe del Copasir, los servicios secretos, descartó que "haya una campaña terrorista en marcha" aunque sí se dijo preocupado "por los hechos aislados".
Fuente: Público
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