El Partido Popular baraja que Rita Barberá sustituya a Arias Cañete como ministra en el Gobierno

El PP baraja llevarse a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como sustituta del ministro Miguel Arias Cañete al que, en el partido, todos dan como virtual cabeza de cartel de las Europeas. Conscientes de que este nombramiento -que ya está decidido y se anunciará "a la vuelta de Dublín", apuntaba ayer la secretaria general- obliga a remodelar el Gobierno, en los últimos días ha habido varios movimientos y contactos que han hecho que, tanto en Madrid como en Valencia, el nombre de Barberá gane enteros para sustituir al ministro de Agricultura.

La alcaldesa, que ha recuperado protagonismo a nivel nacional de la mano de Cospedal participando en la elaboración del programa de las Europeas estará en la delegación del PP que viaje a Dublín a la convención de los populares europeos que empieza hoy. Asimismo, a Cañete se le espera el 14 de marzo en Valencia en plenas Fallas para darse un baño de masas, posiblemenete ya investido como candidato.

En el PP valenciano existen muchas dudas de que la alcaldesa quiera repetir, dado que las encuestas (ella encargó dos al margen de la dirección regional) auguran una pérdida de la mayoría absoluta. En el partido se da también por hecho que «Barberá no repetirá si no tiene garantías de revalidar la vara de mando», apuntan las mismas fuentes. Estos días, en el Ayuntamiento de la capital del Turia ya se desliza la posibilidad de que la edil esté buscando una salida con todos los honores. No obstante, desde su entorno todavía se confía en que Rita Barberá repita pues creen que con ella como cartel las posibilidades de mantener la Alcaldía aumentan. Pese a ello, no descartan que en los próximos meses cambien las cosas.

Barberá siempre ha tenido clavada una espinita. Ella ha disfrutado de la Alcaldía pero el hecho de que no haya sido llamada nunca para ocupar cargos en Madrid (pese a estar en todas las quinielas) y que no se le haya propuesto formalmente la candidatura a la Generalitat empañan su curriculum político. Pese a su indudable tirón, su cargo de mayor relevancia estatal ha sido el de presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias.

Desgastada por más de 20 años de gestión municipal -con el susto del 'caso Nóos' que le obligó a ir a declarar como testigo de por medio-, la imagen de Barberá ha perdido fuelle. Sin embargo, sigue siendo una de las políticas más conocidas en toda España y todavía ostenta el cartel de "alcaldesa de España" que le puso Mariano Rajoy, con quien mantiene una muy buena relación.

Además, Barberá tiene, desde hace muchos años, una gran amistad con el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo. Ambos han estrechado vínculos en los últimos meses, inmersos en una operación para intentar desestabilizar al Gobierno de Alberto Fabra, con el que ni el ministro ni la alcaldesa tienen buen feeling.

Así, la salida de Barberá de la política valenciana sería hasta un alivio para el presidente de la Comunidad que ganaría tranquilidad interna para intentar remontar en unas encuestas que le son adversas. Con la alcaldesa en Madrid y Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia y del PP en la provincia, intentando presidir el Valencia Club de Fútbol, el camino de Alberto Fabra hacia la candidatura a la Generalitat se despejaría.

Lo que no quiere el presidente es que Barberá mantenga la duda de su candidatura hasta el final y, en el último momento y en función de las encuestas, anuncie su renuncia a encabezar la lista municipal en Valencia y deje al partido con la urgencia de buscarle una alternativa en una plaza que se presume clave para frenar la caída de votos.

Además, la incorporación de Barberá al equipo de Rajoy podría interpretarse como un guiño de Génova al PPCV, después de años de ostracismo por el asedio de casos de corrupción y la obligada dimisión de Francisco Camps. A día de hoy, salvo Margallo (a quien no se considera "cuota valenciana" en el Consejo de Ministros) no hay ningún alto cargo del Ejecutivo central con cierta influencia en Valencia. Si a eso se le añade que el ministerio que ocuparía Barberá es el de una materia tan sensible para la Comunidad Valenciana como Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la maniobra resultaría aún mejor para los intereses del PPCV.

Fuente: El mundo