El Congreso de los Diputados ha echado mano de un viejo informe elaborado en 1981 para intentar reconstruir los impactos producidos en el techo de la tribuna de prensa, situada en el primer piso sobre la bancada de la izquierda, por los guardias civiles que asaltaron el Parlamento durante el golpe de Estado del 23-F. Dichos orificios fueron tapados durante las obras que se llevan a cabo en el edificio para sustituir la cubierta construida en 1850 y que han generado cierta polémica.
El informe (consulta el documento en PDF), al que ha tenido acceso Público, fue elaborado por el arquitecto-conservador de la sede del Congreso de los Diputados a petición del presidente de la cámara, Landelino Lavilla, como parte de su declaración por escrito ante la administración de justicia militar que instruía la causa contra los protagonistas del intento golpista.
En el citado informe se indica que en el Hemiciclo y tribunas superiores se apreciaban hasta 37 "señales de desperfectos que aparentemente pueden haber sido producidos por impactos de bala". De ellos, indica el informe, "en 26 se aprecia con claridad esta causa", mientras que en los 11 restantes, por la distancia, no puede apreciarse esta circunstancia".
El arquitecto-conservador explica que en las tribunas superiores sobre el Hemiciclo se aprecian "cinco señales en el primer tramo del techo de esta galería, sobre la tribuna de prensa [...] Los desconchones de estos cinco disparos de subfusil realizados por un guardia civil poco después de irrumpir violentamente en el hemiciclo bajo el mando del teniente coronel Antonio Tejero son los que han desaparecido" durante las obras que se llevan a cabo en el edificio.
La ausencia de estas señales fue apreciada tras realizarse numerosas fotografías y grabaciones de vídeo durante la caudalosa gotera que vertió una importante cantidad de agua sobre la tribuna de prensa y algunos escaños ocupados por diputados de IU y PSOE, situados bajo la zona destinada a los periodistas.
Agujeros para evacuar el agua
Actualmente pueden apreciarse tres agujeros en el techo en esa zona, pero fueron realizados para agilizar la evacuación del agua acumulada como consecuencia de filtrarse por la cubierta la lluvia que cayó con fuerza justo antes de empezar el pleno dedicado a la sesión de control al Gobierno, con Rajoy y todos los líderes parlamentarios presentes en el hemiciclo. También, como invitados, una docena de parlamentarios japonenses.
La importancia del citado informe es grande porque tras la sorpresa por la desaparición de los impactos de los tiros del 23-F no se conocía a ciencia cierta cuantos exactamente eran. Tampoco se conoce en estos momentos la distribución exacta de su colocación, por lo que se busca algún testimonio gráfico. Ese es uno de los propósitos del informe que el presidente ha encargado.
"Lo vamos a hacer bien, se tarde lo que se tarde, tanto para conocer las responsabilidades por lo sucedido como para volver a dejar las señales de los impactos como estaban", ha declarado Celia Villalobos a Público. La arquitecta responsable de la conservación del edificio, Ana Jiménez, que pertenece a Patrimonio Nacional entidad propietaria del edificio, no hace declaraciones sobre este asunto, han dicho fuentes oficiales a este diario. Entre sus responsabilidades se encuentra la conservación de las instalaciones del edificio y sus condiciones. Las señales de los impactos de bala del 23-F se han convertido en todo un símbolo y su contemplación es uno de los rituales que cumplen todos sus visitantes. Los últimos han sido, el pasado miércoles, los reyes de Holanda, Enrique y Máxima, durante una breve visita a la Cámara baja.
Fuente: Público
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