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La semana pasada, mientras realizada un curso de vela junto a su hermana Victoria Federica y los hijos de la infanta Cristina, Froilán se enfadó con su primo Pablo, al que le propinó un cabezazo e intentó clavarle un pincho moruno, según el periodista Gustavo González. Ante esto, uno de los responsables de la Escuela Nacional de Vela de Calanova les separó para evitar un mal mayor.
Pero las malas pulgas de Froilán no se quedaron ahí. Este viernes, día en el que los nietos de los Reyes recibían de manos de su abuela Sofía los diplomas que acreditaban el buen hacer de su aprendizaje en el mundo de la vela, el hijo mayor de Elena no dudó el increpar a los reporteros gráficos mientras él y los demás miembros de la Familia Real -salvo el Rey, el príncipe, sus hijas y la infanta Cristina- posaban ante la prensa. “¿Cuántas fotos lleváis ya?”, preguntaba cansado y con mal tono a los periodistas, hecho que fue reprendido por doña Elena dándole una colleja. Doña Sofía también se percató de la actitud de su nieto, a quien regañó cuando caminaban hacia los coches oficiales que les llevaría de regreso al Palacio de Marivent.
Esta no es la primera vez que Froilán se dirige de esta manera a los fotógrafos. Hace dos años, el nieto mayor del Rey se acercó a unos periodistas a los que les pidió, en tono chulesco, que dejaran de hacerle fotografías asegurando que él era menor y que no podía aparecer en solitario en las imágenes.
Asimismo, el pasado mes de mayo Froilán volvía a tener un altercado con la prensa. El hecho, que tuvo lugar durante la celebración del Día de San Isidro en Madrid, ocurrió cuando varios reporteros pillaron al nieto mayor de los Reyes empuñando una escopeta de feria, justo un año después de que sufriera un accidente de caza tras dispararse en un pie. Tras percatarse, la infanta Elena salió en defensa de su hijo enfrentándose a la prensa y huyendo hasta perderse entre la multitud.
El ‘ojito’ derecho de la Reina Sofía
Desde que Froilán apuntara ya maneras en la boda de los príncipes de Asturias propinando varias patadas a sus primos, el hijo de la infanta es un niño que genera bastantes problemas a sus padres y no sólo por su actitud en público. Sus malas notas obligaron a la infanta Elena a internar a Froilán en uno de los centros más prestigiosos de Reino Unido, donde el coste del curso escolar rondaba los 24.000 euros.
La experiencia sólo duró un año ya que en 2011, el joven, de 15 años, regresó a España para retomar sus estudios en el colegio Santa María de El Pilar, un centro católico dirigido por la Compañía de María en Madrid, y por el que la infanta desembolsa alrededor de 330 euros al mes incluidas algunas clases extraescolares. A pesar de ello y de que su madre intentó cumplir con sus deseos de volver a Madrid, Froilán continúa sacando malas notas, motivo por el que este mes de julio ha trabajado como monitor voluntario de niños –algunos discapacitados- en un campamento urbano en la capital.
“Su madre está cansada de que el chico no haga nada de provecho”, aseguraron a Vanitatis fuentes de la Fundación Carmen Pardo-Valvarce, para que Froilán ha trabajado ocho horas al día. Un escarmiento que “al principio llevaba a regañadientes, pero ahora está muy contento”, comentan.
Todos estos problemas parecen no ser suficientes para que la Reina cambie de actitud respecto a su nieto. Muy permisiva, doña Sofía siempre ha arropado a Froilán, sobre todo después del cese temporal entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Tanto es así, que ha sido al único nieto al que ha dejado invitar a alguno de sus amigos a pasar unos días en el Palacio de Marivent durante las vacaciones, hecho que este verano ha extendido a los demás nietos a los que el pasado miércoles dejó que invitaran a dos amigos a una merienda en la residencia oficial de la familia en Mallorca.
Fuente: Vanitatis
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