Un acreedor aragonés se personará en la causa penal contra Díaz Ferrán

El escándalo empresarial protagonizado por el controvertido Gerardo Díaz Ferrán no pasa desapercibido en Aragón. El principal acreedor que dejó en la comunidad el hundimiento de Marsans, que le adeuda todavía 2,78 millones de euros, se personará como parte perjudicada en la causa penal contra el expresidente de la agencia de viajes y de la patronal CEOE, en prisión desde hace diez días por presunto desvío de fondos y blanqueo de dinero, según anunciaron fuentes jurídicas. El demandante aragonés, un mayorista de viajes que prefiere no revelar su nombre, es un pionero en la caza del controvertido empresario, del que ya logró recuperar algo más de 2 millones de euros en 2010.

Antes de su detención, Díaz Ferrán arrastraba 476 juicios pendientes, 14 de ellos en Aragón (12 en Zaragoza y 2 en Huesca) en los que se le reclaman un total de 2,94 millones de euros.

Precisamente fue en los juzgados de Zaragoza donde el ahora defenestrado empresario se llevó su primer gran varapalo en la primer mitad del 2010. Entonces gozaba de prestigio, al igual que Marsans. Nada hacía sospechar que la compañía dejaría de pagar, como así hizo primero con sus proveedores. Es lo que le ocurrió a la mencionada empresa zaragozana, que a lo largo del 2009 acumuló pagarés sin fondos de esta compañía por un valor de 2.001.364 euros. La deuda llegó a 4.818.426 euros en los posteriores incumplimientos de pago, un agujero que amenazaba con llevar al traste el negocio.

El turoperador aragonés se decidió entonces a presentar una demanda por los primeros impagos en febrero del 2010, en la que solicitaba como medida cautelar el embargo de bienes --en concreto, una cuenta de la antigua Caja Madrid--.

Descapitalización anunciada

El requerimiento fue premonitorio. En la documentación presentada, el abogado de la firma demandante, Ignacio Burrull, ya advirtió del "riesgo inminente de descapitalización" de Marsans, que dejó de hacer frente a sus pagos tras haber facturado 2.755 millones en el 2008. "(Díaz Ferrán) Vio cómo venían las cosas y en vez de luchar lo que hizo es presuntamente liquidar la empresa de una manera ilícita, ocultando bienes a través de sociedades opacas", opinó Burrull.

En contra de lo que cabría esperar en ese momento, el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Zaragoza estimó la petición y bloqueó en marzo la citada cuenta, que era desde la que Marsans abonaba las nóminas. "La actuación judicial fue brillante", recordó el letrado. Ante este revés, el grupo de Díaz Ferrán cedió y acordó con el demandante pagar 1.621.000 millones. El dinero llegó pronto, pero tras una transferencia fallida en la que por error se abonó la pírrica cifra de 15 euros.

Marsans siguió adeudando pagarés al mayorista de viajes, que interpuso por ello una segunda demanda (abril del 2010). De nuevo fue estimada la medida cautelar de embargo, esta vez por el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Zaragoza, pero no se llevó a efecto porque se vino encima el concurso de acreedores. El turoperador se personó en el proceso, donde le fue reconocida una deuda de 2.783.462 euros. Antes logró recuperar otros 500.000 euros por la ejecución de un aval.

El demandante aragonés no se da por vencido y estará presente en la causa penal contra Díaz Ferrán y Ángel de Cabo (liquidador de Marsans), entre otros, que instruye en la Audiencia Nacional el juez Eloy Velasco. "Hay que llegar hasta el final por rigor. Fue un ejemplo muy malo para los empresarios", apuntó Burrull, que confió además en recuperar alguna pequeña cantidad para su cliente.

Fuente: El periódico de Aragón