Nuevo suicidio por desahucio horas después de que una mujer se quitara la vida en Málaga

Una persona más se ha quitado la vida tras recibir una orden de desahucio. Se trata del segundo suicidio por motivos económicos que se ha registrado en la provincia en sólo dos días.

Según han informado desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, este sábado un vecino de Ardales de 47 años inmerso en un proceso de desahucio de su vivienda se suicidó.

Fuentes municipales han explicado que el hombre, casado y con dos hijos, se encontraba desde hacía dos años en el desempleo, al igual que su esposa. Tenía una orden de desahucio de su vivienda pero había logrado un acuerdo con el banco para solucionar la situación. Sin embargo, se vio abrumado por las deudas y el sábado se quitó la vida.

Los vecinos de Ardales, pueblo de 2.600 habitantes de la comarca malagueña del Guadalteba, se encuentran conmocionados por este suceso, ya que se trataba de una persona muy conocida en el pueblo, y este lunes se han concentrado ante una sucursal de Unicaja, entidad en la que presuntamente tenía la hipoteca, para recordar a este hombre y pedir la paralización de los desahucios.

Fuentes de Unicaja han señalado a Efe que el fallecido mantenía deudas con la entidad pero han remarcado que no ha habido ninguna carta de desahucio ni se llegó a hacer requerimiento alguno.

El hombre tenía diversas deudas e hizo una refinanciación y una moratoria con la entidad, y en el momento del suceso tenía cuatro cuotas impagadas, han precisado.

De hecho, han explicado que el pasado octubre el matrimonio y sus dos hijos firmaron una carta para la dación en pago de la vivienda de forma amistosa, y que en estos momentos se estaba estudiando la fórmula del alquiler social.

Las fuentes han señalado asimismo que Unicaja tiene paralizados todos los desahucios y mantiene una "especial política de vigilancia" de los casos de impago para que no entren en procedimientos de desahucio.

Tan sólo dos días antes de este suceso, una mujer en Málaga capital se tiró por la ventana de su casa tras recibir una carta de embargo del banco. Se encontraba desde hacía meses sumida en una depresión y agobiada por las deudas.

Fuente: El mundo