Salvados: "Recortando la revolución"

“O rectificamos o nos hundimos”, anunció el presidente de Cuba, Raúl Castro, en 2010. Y las reformas aperturistas no se hicieron esperar para “enderezar el camino”. Pero el gobierno castrista no acepta el fracaso y asegura que las nuevas medidas económicas no son capitalistas sino que buscan el “desarrollo”. Por lo que consideran que no ponen en jaque los principios de la revolución socialista que encabezó el Ejército Rebelde de Fidel Castro en 1959. Esta es la historia escrita de Cuba. En el siglo XXI, sin embargo, dista mucho del país revolucionario que derrocó la dictadura del general Batista. Y el programa Salvados de La Sexta lo ha mostrado este domingo por la noche en Recortando la revolución.

El periodista Jordi Évole, ha analizado la situación del país entrevistando, sobre todo, a los cubanos de a pie, que han lamentado que los salarios son “muy bajos” y que la solución pasa por trabajar como autónomos. Pero el gobierno de Castro no otorga licencias para abrir nuevos negocios. “Este sistema dejó de ser revolucionario hace mucho tiempo”, ha protestado un hombre, sentado en el centro de la Plaza de la Revolución de La Habana. No le dan una licencia para abrir su negocio y protesta por ello. Aun así, tiene miedo a expresarse. “Dicen que la gente desaparece si se opone a los Castro, pero más miedo tengo a morirme de hambre”, ha dicho a la vez que sostenía que “trabajar para el Estado y morirte de hambre es casi lo mismo”.

Tres de cada cuatro cubanos son funcionarios. Y aunque cobran cuatro veces menos que los autónomos, el gobierno castrista pretende adelgazar su plantilla en 1,3 millones de lugares de trabajo. “La libertad de los cubanos la limita el dinero que tenemos en el bolsillo”, ha asegurado Hugo Luís Sánchez. “Somos un país pobre y no hay lugar para las utopías”, ha proseguido.

Dos realidades

Su opinión y la de muchos cubanos contrasta con la del doctor Joaquín Infante, revolucionario, economista y asesor del gobierno cubano, quien considera que en Cuba hay una democracia. “No somos dictadura, Franco sí que lo fue. Nosotros somos un gobierno socialista”, ha afirmado. Aun así, no cree que unas elecciones vayan acorde con los principios de la revolución. Y mientras espera a que su sueño de ver el “triunfo económico de la revolución”, Infante ha asegurado que no habrán recortes en la sanidad y la educación públicas, pilares del país, pese al gran déficit público que tiene Cuba. “Hacer ajustes no es sinónimo de recortar. Es racionalizar: distribuimos mejor las riquezas”, ha dicho tajante frente a un Évole sorprendido. Las reacciones en Twitter sobre este punto de vista han rubricado otra noche triunfal para Salvados: la etiqueta #recortandolarevolución ha sido trending topic en España.

Otros cubanos, en cambio, consideran que las medidas aperturistas del régimen de los Castro contribuyen al desarrollo. “Un cajero automático y un ordenador no forman parte del capitalismo, como tampoco lo es la posibilidad de comprar y vender casas y coches, que se ha permitido recientemente. Es desarrollo, y es trascendental porque va en beneficio del pueblo”, ha explicado una mujer, que ha insistido en que Cuba no tiene ningún elemento capitalista pese afirmar que “tendremos que trabajar como los países capitalistas para comprar lo que deseemos: mañana, tarde y noche”.

Vidas sin excesos

Pese a que los autónomos son los que mejor salario tienen, un camarero tiene un sueldo base de 30 euros al mes. “Y con eso aun puedes ir en taxi”, ha explicado Juan Carlos Hernández, propietario del restaurante de la capital. “He cuadriplicado mi sueldo trabajando aquí”, ha dicho un joven camarero del restaurante que antes era fisioterapeuta en un centro de salud público y que, por tanto, era funcionario y tenía un contrato de por vida.

Infante, firme en su punto de vista, considera que el socialismo no es miseria, aunque Cuba esté sumida en ella, el pueblo lo denuncie y este domingo Salvados lo haya puesto otra vez de manifiesto. Después de medio siglo de bloqueo económico y político, los cubanos intentan abrirse al mundo aumentando sus exportaciones, ha explicado el economista.

Évole no se ha olvidado de las Damas de Blanco, que luchan por la libertad de los presos políticos cubanos. Y entre más gritos de libertad, Sánchez ha resumido los años que vive de revolución: “Frente a la puerta de mi casa yo he visto pasar el entierro de todas y cada una de mis ilusiones”.

Fuente: El Periódico