La fortuna privativa de la Familia Real Española tiene su origen en la ESTAFA y ROBO de la colección de pintura Duque de Hernani, valorada en más de 1000 millones de euros y compuesta por obras de TIZZIANO, CARPACCIO, VAN DYCK, TENIERS, etc.
La familia real ha vendido muchos de estos cuadros, que pertenecen al Patrimonio Histórico Español, a museos extranjeros para asegurarse un capital fuera de España. En la operación ha intervenido la Dirección General de Bellas Artes, además del Ministerio de Economía y Hacienda, y en la actualidad es un tema totalmente censurado en España debido al continuo encubrimiento que exige el robo de estos bienes. Los familiares del Duque de Hernani han interpuesto QUERELLA CRIMINAL contra la familia real por robo y estafa en el Juzgado de Instrucción nº 46 de Madrid, Diligencias Previas 6049/ 95.
ROBO DE LA COLECCIÓN DE PINTURA DUQUE DE HERNANI POR LA FAMILIA REAL
En 1976, la familia real española, en colaboración con la segunda mujer del Duque de Hernani, Teresa Mariátegui, y varios funcionarios públicos, elaboran un plan para apoderarse de la colección de pintura y arte Duque de Hernani y vender una parte de la misma al objeto de tener un capital en el extranjero. El plan consiste en falsificar la sucesión del anciano Duque y al tiempo, destruir la documentación de la colección para evitar cualquier reclamación de los legitimarios.
El primer paso de la operación consiste en el robo de los documentos de la colección que se encuentran en el domicilio del Duque para prevenir las posibles reclamaciones de los dueños de los cuadros que se van a robar. Así, en la noche del 23 de febrero de 1977, dos falsos sirvientes, que habían sido contratados dos meses antes, proceden al robo de los documentos tras narcotizar al resto del personal. Los falsos sirvientes abandonan la casa llevándose los títulos de propiedad de las obras, además de 17 cuadros de la colección, con destino a Portugal. Nueve días después, la misma Casa Real, por medio de la policía, filtra la noticia del robo a la prensa y, el 2 de marzo de 1977, se publica la noticia en España haciendo hincapié en el robo de los cuadros y sin hacer mención a los documento. A los dos meses, los cuadros aparecen en Portugal y se detiene a los delincuentes, pero los documentos no se mencionan. En 1979, la familia del Duque de Hernani descubre que nunca se abrió el proceso penal por este robo. Se trataba de un montaje y nunca se supo nada más de los falsos sirvientes.
2ª FASE: LA FALSIFICACIÓN DE LOS TESTAMENTOS
El 6 de enero de 1979 fallece, a los 91 años, el anciano Duque de Hernani, y la familia real se apodera de los cuadros, una parte de los cuales se encontraba depositada en el Museo del Prado.. Para no levantar sospechas, falsifican el último testamento del Duque y colocan a la segunda esposa del causante, Teresa Mariategui Arteaga, como heredera única, pero actuando como testaferro hereditario que después les entregaría los cuadros. Paralelamente, para justificar la posterior aparición de los cuadros en el patrimonio privativo de la familia real, el rey, otorga un real Decreto en el que permite que el Ducado de Hernani sea ostentado por su familia, concretamente por su hermana Margarita, bajo el pretexto de haber recibido una carta del Duque en el que le transmite su deseo de modificar, por testamento, la línea de sucesión del ducado. Naturalmente, esta carta es falsa.
3º FASE . ENCUBRIMIENTO DEL ROBO Y DE LA ESTAFA
Los errores cometidos por la familia real al realizar el robo y la estafa permiten descubrir la operación. Se genera entonces un intenso trafico de influencias, dirigido al encubrimiento de los delitos que, en realidad, es una huida hacia delante de la familia real . El primer error de la familia real es olvidarse de pagar los impuestos sucesorios de la testaferro, dejando en evidencia que no había recibido la herencia. Para demostrar que Teresa Mariátegui es una vulgar testaferro de la casa real, la familia del Duque de Hernani formula contra ella Denuncia Publica por impago de los impuestos, y, efectivamente, la Delegación de Hacienda de Madrid , recibe la orden de paralizar la Denuncia Publica 40/86 para no dar al traste con el robo y la estafa real. En 1993, el Delegado de Hacienda intenta quitársela de encima y falsifica una valoración de los cuadros, de acuerdo a las directrices de la compañía SOTHEBY’S, en la que trabaja la Infanta Pilar Borbón, y emite una resolución en la que valora la colección en 25 millones de pesetas. La Resolución es recurrida y en la actualidad, el procedimiento de la Denuncia Publica 40/86 se encuentra acumulado a las Diligencias Previas nº 6049-95 del Juzgado de Instrucción nº 46 .La Agencia Tributaria y SOTHEBY’ dicen ahora que han perdido los expedientes. El segundo error de la familia real fue robar los títulos de propiedad de los cuadros del domicilio del Duque de Hernani, sin darse cuenta que eran copias de otros documentos originales que se encontraban en los archivos del Patrimonio Histórico Español. Cuando se contrasta la documentación del Instituto del Patrimonio Histórico con la documentación que se confeccionó para vender los cuadros robados al extranjero, por medio de testaferros, se descubre en seguida que está falsificada. Para solucionar este problema la familia real acude, de nuevo, al abuso de poderes y se hacen desaparecer del Instituto los expedientes 518 y 110 de la colección Duque de Hernani. Y no sólo eso, sino que, para no dejar ningún vestigio sobre la verdadera propiedad de los cuadros, se procede a la falsificación del Inventario General del Museo del Prado. Pese a todo, el encubrimiento resulta inútil porque la familia del Duque de Hernani consigue reconstruir los expedientes sustraídos con los duplicados de dichos documentos que obraban en el Instituto y que, por error, se olvidaron de sustraer.
4ª FASE: EL DESCARO DE LA FAMILIA REAL
Cuando ya resulta imposible ocultar que la familia real llevo a cabo el robo y estafa de la colección Hernani, la única solución que se le ocurre al jefe de la Casa Real, SABINO FERNÁNDEZ CAMPO, es amenazar expresamente a todos los medios de comunicación españoles para que no publiquen nada sobre el asunto HERNANI. La amenaza, que permanece en pié, se recoge por primera vez en la emisora C.O.P.E. programa de Antonio Herrero del día 28 de septiembre de 1994. Evidentemente la amenaza se extiende a todo los cargos públicos Al poco tiempo fallece la testaferro, Teresa Mariátegui Arteaga, de quien ya se habían olvidado, y deja un testamento en donde se revela que no ha recibido los bienes de la herencia de su marido. La familia real, haciéndose todavía la ilusión de que nadie les ha descubierto, acude entonces al Director General del Registro y del Notariado para que les falsifique otro Certificado de Ultima Voluntad en el que se incluyan dos testamentos falsos posteriores. El Director General hace el encargo, con lo cual hay ahora dos certificaciones de ultima voluntad, además de dos testamentos falsos añadidos Como ultimo recurso, la familia real intenta el blanqueo judicial del robo y estafa de la colección Duque de Hernani sin tener que devolver los cuadros robados. Algunos jueces siguen el peligroso juego. El Tribunal Supremo les confirma como sucesores del Duque de Hernani despreciando la documentación falsificada . El Juzgado de Instrucción nº 46 paraliza todas las investigaciones sobre el paradero de los cuadros y hace inútiles las querellas criminales presentadas contra ellos.
Fuente: Nodo 50
1 comentarios:
conozco la historia de cerca, es cierta y por proximidad a los afectados, me intervinieron el teléfono.
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