La memoría histórica sobre las dictaduras fascistas ha conseguido juzgar a los criminales en América Latina, en el estado español todavía existe impunidad
Los países de América Latina han avanzado "bastante más" que España a la hora de reconocer los derechos de las víctimas de sus respectivas dictaduras, según afirmó hoy el director de la sección española de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán.
El activista, que se encuentra en Montevideo para presentar su libro "Derechos Torcidos: tópicos, medias verdades y mentiras sobre pobreza, política y derechos humanos" señaló que mientras en los países americanos se ha buscado crear "una verdad oficial" que reconoce a las víctimas de las dictaduras, en España aún son ellas las que "con sus propias manos tienen que exhumar los cadáveres".
"Ese es uno de los tópicos de la Transición española, a la que se presenta como un modelo pero que no es un modelo para nadie, sobre todo en la parte de impunidad. En Uruguay hay muchos condenados por crímenes de la dictadura y hubo una comisión de la verdad, todo lo opuesto a España", afirmó Beltrán en una entrevista con Efe.
Para el director de Amnistía Internacional en España, parte del problema es que en el país europeo, la reparación de las víctimas quedó sólo en manos de sus familiares y el Estado "pensó que se iban a olvidar".
En ese sentido, Beltrán apuntó que la reciente suspensión en su país al juez Baltasar Garzón por haber iniciado una investigación sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el franquismo, ha logrado "avivar" un poco esa situación.
"Una de las cosas más curiosas es que no hay nadie que formalmente asuma la defensa de esos crímenes. Simplemente parece que el Estado no asume sus obligaciones, como si no tuviera nada que ver en eso. Es esa falta de asunción de responsabilidades la que contrasta con cualquier otro proceso de recuperación democrática en el mundo", afirmó.
Beltrán señaló también que en la actualidad respecto a los derechos humanos en América Latina se vive una situación "mixta y desigual", donde algunos asuntos han mejorado notablemente mientras surgen otros conflictos nuevos.
"En el Cono Sur, ahora el mayor problema son las cárceles, donde los presos padecen como animales encerrados en lugares indecorosos. En Centroamérica y México las violaciones a los derechos están relacionadas con la violencia y con una impunidad indecente, mientras que Colombia y Cuba son los ejemplos de crímenes políticos clásicos en el continente", analizó.
En cuanto a Uruguay, Beltrán lamentó la ratificación que los uruguayos hicieron el año pasado de la Ley de Caducidad, que impidió juzgar a parte de los militares y policías que violaron los derechos humanos durante la dictadura (1972-1985).
Para Beltrán, esa ley lo que "en realidad pretende es hacer prescribir crímenes internacionales" y supone un "contrasentido desde el punto de vista de los derechos humanos".
"Lo que se cometió acá, como la desaparición forzosa y la tortura a gran escala, son crímenes internacionales, y esa ley es algo ilegal desde el punto de vista internacional, donde se señala que son crímenes imprescriptibles", concluyó.
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