La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha propuesto hoy un gran pacto nacional contra la corrupción y una investigación rigurosa de las denuncias sobre Petrobras, pero pidió preservar a la petrolera estatal de "enemigos externos". "Estoy proponiendo un gran pacto nacional contra la corrupción que implique a todas las esferas del Gobierno y a todos los segmentos de poder", aseguró la mandataria en el discurso que pronunció ante el pleno del Congreso tras jurar el cargo para iniciar un segundo mandato de cuatro años.
La jefa de Estado aseguró que el primer paso en ese pacto serán las medidas que prometió en la campaña para las elecciones de octubre pasado, en las que fue reelegida por un estrecho margen, que, dijo, pretende someter a consideración del Congreso en el primer semestre de este año. Entre esas medidas citó las que permiten sancionar con rigor a funcionarios públicos que se enriquezcan ilícitamente, una destinada a agilizar los procesos judiciales que supongan desvíos de recursos públicos y la que facilita el procesamiento de altos cargos con foro privilegiado.
"Quiero más transparencia y más combate a todo tipo de crímenes, especialmente la corrupción; y quiero que el brazo fuerte alcance a todos de forma igualitaria", aseguró la mandataria en el primer discurso de su segundo mandato, que comienza marcado por un gigantesco escándalo de desvío de fondos de Petrobras que puede salpicar a varios de sus aliados políticos. La gobernante dijo que, para facilitar el combate a la corrupción, el país necesita adoptar prácticas políticas más éticas y saludables, y que ello sólo es posible mediante una "amplia y urgente reforma política", que depende del Congreso.
Patrobras, semiparalizada
Pese a que se comprometió a combatir con rigor las irregularidades en Petrobras, dijo que esa empresa, la mayor y más emblemática del país, tiene que ser defendida de amenazas internas y externas. "Petrobras es una empresa con 86.000 empleados dedicados y serios, que tuvo lamentablemente algunos funcionarios que no supieron honrarla. Vamos a investigar con rigor todo lo que ocurrió de equivocado y fortalecerla cada vez más, así como crear mecanismos que evitan que hechos como eso puedan volver a ocurrir", dijo.
La dimensión de las corruptelas en la petrolera se conocerá a finales de febrero, cuando se prevé que la Fiscalía, responsable de la investigación, presente la denuncia formal ante la justicia y desvelará el secreto judicial que hasta ahora impide conocer a los verdaderos implicados. Las denuncias de corrupción en Petrobras prácticamente han paralizado a la empresa y le provocaron una pérdida de cerca del 40 % en su valor de mercado el año pasado.
La presidenta brasileña ha anunciado también en su discurso que en su segundo mandato promoverá un profundo ajuste fiscal para enderezar la desacelerada economía de Brasil, pero con bajos sacrificios para los más necesitados. "Más que nadie sé que Brasil necesita volver a crecer, y los primeros pasos para ello pasan por un ajuste fiscal y un aumento del ahorro público, pero haremos eso con el menor sacrificio posible para la población, en especial para los más necesitados", aseguró la mandataria en el discurso que pronunció hoy ante el Congreso tras jurar el cargo para iniciar un segundo mandato de cuatro años.
Mantener todos los derechos sociales
La jefe de Estado, sin embargo, no dio más detalles sobre las medidas que pondrá en marcha a partir de este año para sanear las cuentas públicas y alcanzar un ahorro fiscal que mejore el ambiente para el crecimiento económico. "Reafirmo mi compromiso con la manutención de todos los derechos laborales y de los derechos de la seguridad social", aseguró la mandataria al negar que las medidas de ajuste puedan afectar a los trabajadores.
Rousseff afirmó que es consciente de la necesidad de corregir distorsiones y excesos en la política fiscal, pero garantizó que lo hará demostrando la falsedad de la tesis según la cual la estabilidad económica no es compatible con la inversión social.
El pasado 22 de diciembre, Rousseff ya había anunciado que adoptaría "medidas drásticas" para recuperar la maltrecha economía del país pero sin afectar las políticas sociales de su Gobierno. Rousseff terminó su primer mandato con un paupérrimo crecimiento económico del país, que según los analistas del mercado será inferior al 0,2 % en 2014 y al 0,7 %, o menos, en 2015. El producto interior bruto brasileño llegó a pasar en 2014 por la llamada "recesión técnica", después de registrar en el primer y segundo trimestre variaciones negativas, que consiguió revertir en el tercero. "Los cambios que el país espera para los próximos cuatro años dependen de la estabilidad y del crecimiento de la economía. Eso no es una novedad. Siempre orienté mis acciones para garantizar la estabilidad económica, el control de la inflación, la responsabilidad fiscal y la confianza de los inversores y de los trabajadores", dijo.
Rousseff terminó su primer mandato con la inflación siempre rozando el límite máximo tolerado por el Gobierno, del 6,5% anual, dos puntos porcentuales por encima del centro de la meta oficial, que es del 4,5 %, y de acuerdo con los pronósticos de los especialistas la situación será la misma en 2015. "En todos los años de mi primer mandato la inflación permaneció debajo del techo de la meta, y así continuará", prometió la mandataria en su discurso de toma de posesión.
La presidenta dijo que, pese a las dificultades que sabe que tiene que afrontar, la economía avanzó en su primer mandato y el país tiene que enorgullecerse de ser la séptima mayor economía del mundo, el quinto que más atrae inversión extranjera y el segundo mayor exportador agropecuario. "La deuda líquida del sector público es menor que hace cuatro años; las reservas internacionales están en un nivel histórico, en cerca de 370.000 millones de dólares, la inversión extranjera alcanzó en los últimos años niveles récord y la tasa de desempleo es la menor ya vista. Generamos 5,7 millones de empleos formales en un período en que el mundo sufría desempleo", afirmó al resaltar los logros económicos de su gestión.
16 años del Partido de los Trabajadores
La economista Dilma Rousseff asumió hoy su segundo mandato de cuatro años como jefa del Estado de Brasil tras ser reelegida en octubre pasado, en un acto celebrado en el pleno de la Cámara de Diputados, en Brasilia. El nuevo mandato de la primera mujer en llegar a la Presidencia brasileña elevará a 16 años el período del Partido de los Trabajadores (PT) en el poder en Brasil, tras los ocho años de gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), el padrino político de Rousseff.
La jefa del Estado fue reelegida para un segundo mandato en octubre pasado en la campaña más disputada en los últimos años en Brasil y con una ventaja de escasos tres puntos porcentuales sobre el senador Aécio Neves, que prometió liderar una enérgica oposición en los próximos cuatro años.
A la ceremonia de investidura asisten los presidentes de Bolivia, Chile, Costa Rica, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como los vicepresidentes de China, Estados Unidos y Argentina -en esa orden los mayores socios comerciales de Brasil- y delegaciones de otros 70 países.
Fuente: Público
viernes, 2 de enero de 2015
Rousseff propone un pacto nacional contra la corrupción
11:00
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