La abdicación de Juan Carlos I llegó en un momento poco esperado aunque, sin duda, fue la fecha idónea para iniciar un gran cambio en la vida del hasta entonces monarca. Si algo le caracterizó fue tomar una posición y no moverse (salvo por dinero), lo que le llevó a seguir en el trono con graves problemas de salud sin importarle lo que pasase a su alrededor.
La relación con Sofía lleva rota mucho tiempo, tan solo juntos en actos y por cuestiones de protocolo. Juan Carlos, una vez fuera de la vida pública y política, no necesita guardar durante más tiempo las apariencias. Haciendo cada uno la vida por su lado, periodistas expertos en la Casa Real, han asegurado en 'La Repubblica' que en breves se emitirá un comunicado para hacer pública la "separación definitiva". Según el periódico, la reina "ha aguantado en silencio la traición de su marido", pero desde que éste abdicó, no tiene necesidad "de ocultar la realidad".
Mientras sigue con la convalecencia de sus operaciones de cadera, Juan Carlos no ha estado este año en Baleares, siendo este uno de sus lugares predilectos. Tras pasar buena parte de julio yendo a hacer rehabilitación, asistió el 8 de agosto, en representación de su hijo Felipe, al acto de investidura del presidente de Colombia. "Tras ello, durante tres semanas, silencio absoluto", publica el diario, que añade que "nadie sabe a dónde fue ni en compañía de quién". No fue hasta el pasado sábado, día 30 de agosto, cuando se le volvió a ver, en el primer partido de España en el Mundial de Baloncesto, en Granada.
Sobre Sofía, el diario publicaba que "se ha ido a Mallorca, donde ha llevado con equilibrio y discreción las vacaciones de los Borbones en el Palacio de Marivent", que, además, se ha encargado principalmente de cuidar, junto a su hija Elena, de todos sus nietos durante el periodo de vacaciones. En Marivent la acompañaba su "inseparable hermana Irene".
"Durante años, la reina ha aguantado en silencio las infidelidades de su marido. Ahora ya no hay necesidad de esconder la realidad", publica 'La Repubblica', que finaliza poniendo en duda si podrán seguir viviendo en el mismo lugar, como han estado haciendo durante años ocupando dos alas diferentes de la Zarzuela.
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