Las sonrisas volvieron anoche al barrio de Gamonal. “Hemos decidido paralizar las obras”, sentenció esta tarde el alcalde de Burgos, Javier Lacalle. Tras cinco días de presión vecinal y violentos disturbios de una minoría, la reforma del bulevar de la calle Vitoria, una de las arterias principales de la ciudad, queda en suspenso. “La idea era continuar, pero las obras no pueden avanzar mientras no se garantice la seguridad de las personas y de la empresa”. Por lo menos durante 15 a 20 días —“no quiero decir una fecha exacta”, precisó el regidor— las máquinas no entrarán a la zona en discordia, explicó Lacalle en un rueda de prensa convocada a toda prisa por la tarde, cuando los vecinos ya habían conseguido durante dos días que los trabajos que ya han levantado parte del asfalto de la calle no se reanudasen.
La euforia que transmitieron esta noche los vecinos del barrio fue alucinante. Los burgaleses, sin embargo, mantuvieron la manifestación de la tarde con el mismo recorrido: del punto de reunión, a la Comisaría de la Policía Nacional, al portal de la empresa Promecal (donde está el Diario de Burgos) y de regreso a su zona cero. Los gritos fueron aun más fuertes. “Esto se ha logrado con la ayuda de todos, pero seguiremos con nuestras reuniones de madrugada, nuestras asambleas a las 12.00 y las manifestaciones a las 7.00. Esto no se puede frenar de la noche a la mañana", explicó Manolo Alonso, uno de los vecinos que más autoridad y respeto tiene entre los habitantes del barrio. Las calles del barrio contaban con una fuerte presencia policial, mucho mayor que en días anteriores.
Como solución al conflicto, el alcalde abrirá un foro, o una mesa de trabajo —“como ustedes prefieran llamarlo”—, para “seguir” con el diálogo. Precisamente la falta de un foro para negociar era y es una de las mayores quejas de los vecinos de la zona. Ahora, supuestamente, todos serán escuchados. “Grupos políticos municipales, el consejo de barrio, asociaciones vecinales y de comerciantes, y hasta la plataforma que en su día se mostró en contra, serán bienvenidos", aseguró Lacalle. El objetivo es “regresar la normalidad a Burgos, cesar con esta situación de violencia y generar un mayor consenso del que ya se había conseguido”, puntualizó el alcalde con firmeza y sin titubear. Los grupos políticos municipales ya han sido convocados para una reunión hoy mismo.
A pesar de la emoción con que fue recibida la noticia, muchos de los protestantes prefieren permanecer escépticos. “El alcalde no paralizó las obras, fueron los ciudadanos. Habrá que ver cómo se desarrollan las cosas y la verdadera participación ciudadana que existirá en el foro”, sentenció Raúl Salinero, concejal de Izquierda Unida de Burgos. “Debemos ir con cuidado para que esto no sea una mera distracción”, apostilló Manolo Alonso. Por ello los vecinos de Gamonal no van a parar. Ya han dejado claro que no quieren bulevar y que van a pelear.
Lacalle aprovechó para asegurar que la imagen de Burgos en los últimos días, no ha sido positiva. “Pero yo no usaría la palabra deteriorada. Burgos es una ciudad fantástica, moderna, gastronómica, ejemplar y así somos, también, lo son los burgaleses, aclaró con un tono de voz que, por palabra, iba subiendo. También desmintió que la dirección del PP lo haya presionado para tomar esta decisión, murmuro que corría durante el martes por las redes sociales.
“Nada” fue lo que contestó el alcalde ante una pregunta por los detenidos: “No puedo decir nada porque no sé nada, no es de mi competencia”. Este martes la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Burgos dictó orden de cárcel provisional para dos de los 46 detenidos en los disturbios que comenzaron el pasado viernes. El saldo de los daños causados por los actos violentos es de 50.000 euros. Esto solo contando los objetos de dominio público. Ni lo privado ni el material de obras de la empresa se ha valorado, según el vicealcalde, Ángel Ibáñez.
El alcalde no quiso delimitar hasta dónde estaba dispuesto a llegar con el foro de diálogo y, por lo tanto, dijo que no podía afirmar si las obras se suspenderán definitivamente. “Como alcalde busco lo mejor para la ciudad y es más importante la convivencia que 50 obras juntas”, apuntó varias veces. Recordó, como lo hizo en su rueda de prensa del pasado domingo, que las obras “no son un capricho del alcalde, tienen un respaldo mayoritario y su objetivo es mejorar un espacio urbanístico”. Mientras tanto, los vecinos de Gamonal siguen en las calles. Hoy las máquinas no entrarán pero los burgaleses estarán, otra vez, en su zona cero.
Fuente: El país
miércoles, 15 de enero de 2014
El alcalde de Burgos paraliza la obra del bulevar de Gamonal por la presión vecinal
9:00
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