La infanta Cristina de Borbón pagó con cargo a Aizoon S.L., la empresa familiar que se nutría de los fondos públicos desviados desde el Instituto Nóos, los honorarios del arquitecto que realizó la ampliación de su palacete del barrio barcelonés de Pedralbes, que ascendieron a 23.200 euros. El arquitecto Marc Viader i Salvadó, amigo personal de la hija menor del Rey, ya había dirigido previamente las obras de reforma de las dos viviendas que los duques de Palma ocuparon con anterioridad en la capital catalana, en la Diagonal y la avenida de Pedralbes.
El juez instructor del caso Nóos, José Castro, ya ha probado documentalmente que Aizoon era una mera sociedad instrumental, carente de estructura empresarial y actividad real, que la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, utilizaron para desviar los fondos públicos procedentes de los negocios millonarios y presuntamente fraudulentos del Instituto Nóos. La sede de Aizoon tenía su razón social en el propio palacete de Pedralbes, en la calle Elisenda Pinós de Barcelona.
La hija de Don Juan Carlos intentó en varias ocasiones colar como si se tratara de un gasto el alquiler de la mansión de Pedralbes a Aizoon. Pero Hacienda detectó el engaño y rechazó admitir ésa y otras facturas presentadas por la Infanta con la intención de desgravar, según consta en uno de los últimos informes remitidos por la Agencia Tributaria al juez Castro.
Ya en un informe anterior, del pasado mes de mayo, Hacienda detectó que los duques de Palma habían desgravado en la cuenta de resultados de Aizoon gastos personales completamente ajenos a la actividad de la misma, entre ellos la fiesta de cumpleaños de uno de los hijos del matrimonio o un curso de coaching para directivos en el que se matriculó la Infanta. Según la Agencia Tributaria, esos gastos son "claramente pertenecientes al ámbito personal o familiar".
La Infanta contrató al arquitecto
Viader i Salvadó facturó a Aizoon 23.200 euros en 2005 por el proyecto de reforma y ampliación del palacete de Pedralbes, que los duques de Palma habían adquirido un año antes por casi seis millones de euros con la ayuda del Rey, que prestó a su hija 1,2 millones de euros para la operación. Fuentes cercanas a la investigación judicial han asegurado a El Confidencial que fue la infanta Cristina quien contactó personalmente con el arquitecto catalán para encargarle el trabajo.
Pero no fueron esos los únicos gastos personales que los duques de Palma cargaron a Aizoon como si fueran de empresa. El último informe de la Agencia Tributaria sobre las cuentas de la mercantil familiar, al que ha tenido acceso este diario, revela que la Infanta y su marido pagaron otras muchas facturas del palacete de Pedralbes con los fondos de Aizoon. Por ejemplo, 136.834,60 euros a la firma Grao Rosa Cerverto para mobiliario e iluminación; y 125.431,07 euros a Levante S.A. en concepto de "construcción y reparación".
En ese mismo año 2005, la Infanta y Urdangarin también cargaron a Aizoon una factura de 46.291,15 euros, librada por Talleres Colmenero, por diversos trabajos de "carpintería y ebanistería" en el palacete familiar; otros 39.567 euros de Pasi Disseny S. L. en concepto de cerrajería; 28.914,75 euros más de Cristalería Juventud S. L. por "montaje de vidrio", y 8.628 euros de Siemens S. A. por la compra de electrodomésticos para el hogar.
Con todos los informes de Hacienda que obran en su poder, Castro deberá decidir en las próximas semanas si imputa de nuevo a la hija del Rey. La Audiencia de Baleares 'tumbó' en mayo una primera imputación, pero dejó la puerta abierta a una segunda por delito fiscal y blanqueo. La resolución de la Audiencia advertía que la Infanta "debería saber o conocer que Aizoon era una sociedad pantalla y que su marido la utilizaba para defraudar a Hacienda". Y concluía que, como socia al 50% de la empresa, Doña Cristina "pudo haber convocado junta de la sociedad y revocado poderes a su marido o pedido que se regularizase la situación tributaria, pero no lo hizo".
Fuente: El confidencial
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comente con respeto.