El programa de Jordi Évole sobre los olvidados del accidente de metro de Valencia se convirtió en el segundo espacio más visto después de la película de la 1 Plan oculto: logró un 15 % de cuota de pantalla con sus revelaciones sobre un siniestro ocurrido en el 2006 y en el que murieron 43 personas.
La culpa del accidente del metro de Valencia la tuvo el maquinista. Al menos esa fue la versión ofrecida por los responsables del servicio y las autoridades valencianas desde el primer día. Fue ratificada por una comisión de investigación en el parlamento autonómico que concluyó que el siniestro, atribuido al exceso de velocidad del convoy «no era previsible ni evitable». Salvados desmontó esa explicación oficial.
La investigación fue dirigida políticamente para convertir al maquinista en cabeza de turco y hacer que las autoridades huyeran de cualquier responsabilidad. Eso fue lo que contó Évole en un programa que exhibió documentos muy reveladores e incluyó testimonios relevantes. La Generalitat de Camps difundió argumentarios con respuestas para todos los que participaron en la comisión de investigación. El objetivo era evitar que el Gobierno autonómico saliera salpicado y tapar un escándalo que hubiera podido incidir en la visita del papa Benedicto XVI a Valencia.
En Salvados hablaron familiares de las víctimas, un maquinista y el que fuera jefe de seguridad de Ferrocarrils, Arturo Rocher, que denunció la imposición de un vergonzoso pacto de silencio por parte del Ejecutivo autonómico.
La intervención más polémica, la que ha dado más que hablar en Twitter, fue la de Juan Cotino. El actual presidente del parlamento valenciano era entonces consejero de Agricultura de la Generalitat de Camps. Y, según las denuncias de los familiares de las víctimas ejerció de mediador prometiendo empleos públicos para tapar reclamaciones ante la justicia.
Fuente: La voz de Galicia
martes, 30 de abril de 2013
Salvados: "Los olvidados"
12:00
Sin comentarios
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comente con respeto.