Yolanda Barcina ha sido reelegida presidenta de UPN en uno de los congresos más determinantes de la historia del partido navarro. La presidenta navarra ha conseguido el 51,8% de los votos frente al 47,27% de su rival, el hasta ahora vicepresidente Alberto Catalán.
La reelección no ha sido fácil para la presidenta, inmersa en la polémica de las dietas de Caja Navarra. Sin embargo, ha conseguido 871 votos frente a 795 de Catalán, presidente del Parlamento foral.
Los votantes han querido, además, que toda la lista de Barcina, excepto una persona, integre la ejecutiva de UPN. Así, también han sido elegidos los candidatos a la vicepresidencia del partido, Juan Antonio Sola, y a la secretaría general, Oscar Arizcuren.
Sola ha logrado 863 votos, el 51,31%, frente a los 786 votos el 46,73 recabados por Conchi Mateo y Arizcuren ha contado con 852 votos, el 50,65%, frente a los 807, el 47,98%, de Amelia Salanueva.
Al inicio del congreso muchos de los afiliados al partido no tenían muy claro el resultado. "Pues no sé. Un día me levanto y creo que uno, y el siguiente me parece que el contrario", contaba uno de ellos.
Una respuesta tan vaga es más descriptiva de lo que parece sobre lo que ha ocurrido en este noveno congreso de UPN.
El presidente del congreso ha dejado muy claro que quien crea que "después de esto no van a quedar heridas, no sabe de lo que está hablando" y por eso ha llamado a ambos candidatos a respetar a los votantes de una formación mayoritaria pero en situación perentoria.
Los votantes de Catalán reprochan a Yolanda Barcina, entre otras cosas, que por su cuenta y riesgo, sin consultar a la dirección del partido, se calzara de un plumazo su acuerdo con los socialistas, que es el que les permitía gobernar con cierta estabilidad. Le reprochan sus formas y que quiera acabar con las listas abiertas.
Los partidarios de Barcina temen a Catalán más que a un nublado porque, aseguran, lo maneja el ex presidente Sanz, según dicen, urdidor de miles de manipulaciones e instigador de corruptelas en las que todos han caído.
Barcina, ha llegado al congreso saludando a los militantes, sonriendo, apelando a la amistad de unos, compartiendo los típicos cuchicheos secretos de complicidad con otros. Catalán se ha mantenido más apartado, casi en una esquina, con sus colaboradores.
Sanz, el 'protagonista'
Miguel Sanz, el ex presidente navarro, ha llegado a este tenso congreso de UPN como si fuera el verdadero protagonista de la historia (y puede que lo sea). Se ha presentado a las doce y media para votar, cuando ya los dos candidatos lo habían hecho y ha ido recibiendo los saludos afables de bastantes de los asistentes.
Ha señalado que el voto es secreto y no ha querido revelar expresamente por quién se inclina, pero también ha dicho: "¿Por qué todo lo pasado es malo? Lo que hay que hacer es la supresión de lo que no parece razonable que siga existiendo".
Y ha aludido así, tanto a las dietas y sobrepagos que los dirigentes de UPN han estado recibiendo por 'costumbres' en las que él tuvo que ver y que han constituido un verdadero escándalo, y ha respondido a quienes configuran a Barcina como "el futuro del partido".
Sanz ha manifestado que no cree que vaya a haber fractura, que a él no le gustan las bicefalias y que intentó todo lo habido y por haber para que no hubiese dos candidaturas, pero, "cuando no lo consigues, tienes que aceptar que los afiliados, democráticamente elijan".
Comienzo del congreso
El congreso se ha iniciado con el emocionante himno navarro, con un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo y con la votación de las ponencias que se ha encontrado con un problema en el sistema informático que ha retrasado la jornada y que ha obligado a comprobar que todos los afiliados que han votado hoy, están al día en el pago de las cuotas.
En cualquier caso, sigue tratándose de algo muy distinto a una riña interna. Yolanda Barcina ha denunciado una moción de censura interna de los suyos y avisó de que, si perdía, podía convocar elecciones en la Comunidad Foral. De ganar UPN, una de las opciones sería que el partido volviera a entenderse con los socialistas, con Barcina apartada.
Pero puede ocurrir, dado como están las encuestas, que el PSN se alíe con Bildu para el Gobierno navarro. Y esto sí que puede generar controversia.
Fuente: El mundo
domingo, 17 de marzo de 2013
Barcina, reelegida presidenta de UPN pese al escándalo de Caja Navarra
17:00
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