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domingo, 20 de mayo de 2012

El rey tampoco contesta a las preguntas de su safari en Botsuana

Sobre los detalles que aún se desconocen de la cacería de elefantes del rey en Botsuana no responderá el Gobierno... ni tampoco el propio monarca.

No es difícil extraer esa conclusión. Izquierda Unida vio vetadas varias preguntas al Ejecutivo relativas al safari de lujo de Juan Carlos en el país africano por la Mesa del Congreso. Igual le pasó a otras fuerzas. La federación entonces activó el 3 de mayo su plan B: rebotar todas las cuestiones directamente al palacio de la Zarzuela. Estrategia ya desplegada hace unos meses cuando saltó la noticia de que el soberano pudo haber mostrado "simpatía" con los golpistas del 23-F. La Jefatura del Estado mandó su respuesta a los diputados Gaspar Llamazares y Ricardo Sixto el pasado jueves. El contenido de la carta de vuelta lo ha hecho público hoy domingo IU en un comunicado.

"De acuerdo con su solicitud, he informado a Su Majestad de las citadas preguntas parlamentarias, de cuyo contenido ha quedado enterado". Así comienza la réplica escrita por Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey. El escrito ocupa apenas dos párrafos, dice IU. No se responde a ninguna de las cuestiones planteadas por la federación ni se aclara por qué. Spottorno sólo acusa recibo de la carta de Llamazares y Sixto del día 3, "mediante la que me trasladan –apunta– el contenido de determinadas preguntas parlamentarias".

La Zarzuela califica las preguntas como "referidas a actividades privadas de S. M. el Rey" y advierte de que "no han sido admitidas a trámite por la Mesa del Congreso al entender que no están sujetas al control parlamentario". Es decir, que la Casa Real da por bueno el veto impuesto por el órgano de gobierno de la Cámara baja, que controla el PP con su mayoría absoluta.

¿Y cómo han reaccionado Sixto y Llamazares? "Lamentamos profundamente que la Casa Real vuelva a optar una vez más por el silencio a la hora de explicar un viaje y una situación en las que se evidenció que estaba muy interesada la sociedad cuando fueron conocidas casi por casualidad, ya que si el jefe del Estado no hubiera sido trasladado con urgencia a España para una operación, nada de ello se habría sabido". Más aún, los dos diputados denuncian que "la pretendida transparencia de la que quiso hacer gala" la Corona el pasado diciembre, cuando descubrió parte de sus cuentas tras 32 años de opacidad, "apenas ha durado unos meses". "Ello va en perjuicio de la credibilidad de esta importante institución del Estado, seriamente cuestionada ya en los últimos meses por asuntos distintos a este por todos conocido". No hace falta casi decir qué asunto es ese: el caso Urdangarin.

Sobre las circunstancias del viaje y sobre Corinna

El contenido de las preguntas frenadas por la Mesa y remitidas a la Zarzuela es sabido. Llamazares y Sixto inquirían, primero, por la valoración del viaje a Botsuana. En concreto, por la oportunidad política del safari, la "necesaria prudencia" que debe observar el jefe del Estado, el "riesgo" para su salud, el "coste" de la expedición en un entorno de crisis, el "impacto en la sensibilidad de la opinión pública" y la repercusión de una actividad –la caza de elefantes– vista con malos ojos por los ciudadanos. Los parlamentarios también demandan el importe total de la excursión cinegética (billetes de ida y vuelta, alojamiento, participación en la cacería y personal de palacio desplazado al país africano) y el desembolso, si lo hubo, de dinero público, o si por el contrario se trató de una aventura patrocinada. De hecho, la Casa no ha negado que fue pagada por el empresario saudí Mohamed Eyad Kayali. Los diputados preguntaban, en ese punto, si el rey hizo "algún tipo de gestión para favorecer los negocios de los patrocinadores". Los lazos con Kayali ya han motivado una denuncia ciudadana contra Juan Carlos por un presunto delito de cohecho pasivo impropio que IU, de momento, no ha secundado.

IU acompañaba este bloque de cuestiones con otro relativo a la relación del monarca con Corinna zu-Sayn Wittgenstein, señalada como su "amiga íntima". Llamazares y Sixto querían saber quién había nombrado a la alemana "representante" de Juan Carlos y "consejera estratégica" de la delegación española que fue recibida en abril de 2006 en Riad, la capital saudí, por el príncipe Al-Waleed. También preguntaban qué "gestiones" ha realizado Corinna "en nombre del monarca" y qué papel ha jugado "en relación con las inversiones españolas en Arabia Saudí".

Todas esas preguntas seguirán, de momento, sin respuesta.

Fuente: Público

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