La probable aunque aún no confirmada nacionalización de la petrolera YPF por parte del Gobierno argentino ha desatado todas las alarmas en España. El Gobierno de Mariano Rajoy da muestras de cierto nerviosismo: ni en el peor de los escenarios contempla el Ejecutivo español que Repsol pierda el control sobre uno de sus activos más importantes. ¿Qué hay detrás de la posible nacionalización de YPF?
1- El origen
Hace ya tiempo que las relaciones entre YPF y el Gobierno argentino no son buenas. El Ejecutivo de Cristina Fernández reprocha a la petrolera su falta de inversiones en la búsqueda de nuevos pozos y yacimientos. Argentina es un gran productor de gas y petróleo pero se ha convertido en un "mercado maduro" desde el punto de vista energético: tiene ya sus campos de explotación en "fase de declive" y por primera vez su balanza energética ha sido deficitaria.
Ante este panorama, necesita encontrar nuevos yacimientos. El Gobierno presiona a YPF para que invierta más. Desde la petrolera y la propia Repsol la versión es la contraria: sí se ha invertido, dicen. Según un estudio de Barclays Capital citado por el diario Expansión, el consumo de petróleo en Argentina ha crecido un 38% entre 2003 y 2010. El de gas lo ha hecho un 25%. Sin embargo la producción de crudo habría caído un 12% y la de gas sólo ha aumentado un 2,3%. Para algunos analistas Repsol se ha convertido en el chivo expiatorio de la situación energética que atraviesa el país.
2- Consecuencias
"Argentina se haría un flaco favor a sí mismo si toma una decisión que pudiera ser interpretada en los mercados como petropopulista", apunta el el catedrático de Recursos Energéticos de la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona, Mariano Marzo en declaraciones a Europa Press.
Según este catedrático, Argentina "tiene que tener muy en cuenta que va a necesitar la colaboración de compañías internacionales e ingentes cantidades de dinero, del orden de 29.000 millones de euros al año", para extraer los recursos no convencionales de crudo y gas que alberga el país. Pero a cambio de esa inversión millonaria —todo un dineral para Argentina—, el Gobierno tomaría directamente el control del yacimiento de gas pizarra de Vaca Muerta, el tercero de hidrocarburos no convencionales más grande del planeta con un valor de mercado estimado superior a los 250.000 millones de dólares. La decisión la tiene Cristina.
Para Repsol las consecuencias serían nefastas: YPF es la joya de la Corona: supone el 20% de sus activos y el 60% de su producción. En 2011 YPF supuso el 28% del resultado de explotación del grupo Repsol. Los expertos creen que la empresa española perdería 15.000 millones de euros. Pero los efectos irían mucho más allá: habría despidos y la economía española se resintiría aún más.
Fuente: Público
viernes, 13 de abril de 2012
Las razones de Argentina para controlar YPF
16:15
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