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lunes, 23 de abril de 2012

Hollande gana la primera vuelta de las elecciones francesas con el 28,4%, según Ipsos

"Voir la vie en rose" (ver la vida de color de rosa) decía un seguidor socialista a La Vanguardia.com que celebraba la victoria en la sede del Partido Socialista francés en la rue Solférino de París. Francia puede convertirse en el primer país de la Unión Europea en poner en duda e incluso cambiar las políticas de austeridad y de recortes que padecen millones de ciudadanos y en especial en España.

Pero para que se cumpla esta posibilidad y el presidente pase a ser socialista debe producirse un vuelco electoral.

Los socialistas son conscientes de que todavía falta la victoria final y se ha impuesto la cautela en las celebraciones para que no se cumpla el dicho de vender la piel del oso antes de cazarlo y ante un Sarkozy que crece su perfil populista y de "padre protector" de los problemas de Francia.

Hoy se ha dado el primer paso: ha ganado el candidato socialista, François Hollande y el actual presidente y candidato Nicolas Sarkozy ha quedado en segundo lugar. Pero el paso para lograr el cambio no es definitivo. Todavía falta por disputar otra votación en segunda vuelta y Sarkozy puede recuperarse en los próximos quinces días recabando apoyos entre la derecha.

François Hollande ha ganado la primera vuelta de las elecciones francesas con el 28,8% de los sufragios por delante de Nicolas Sarkozy, que ha conseguido el 26,1%.

Hace cinco años, en la última elección presidencial, Sarkozy se alzó con la victoria ante una débil Ségolène Royal (la ex mujer de François Hollande) con el discurso del "mérito", el "cambio" y la "renovación" para encarar la crisis.

Tras los resultados de hoy, miles de franceses consideran que estas recetas de austeridad y sacrificios no suponen la solución.

El cambio se ha iniciado hoy domingo 22 de abril en la primera vuelta de las elecciones presidenciales donde los electores han dado la victoria, por sólo dos puntos de diferencia y con un 80% de participación récord, al candidato socialista François Hollande frente al actual presidente, el candidato de la UMP conservadora, Nicolas Sarkozy, que dentro de quince días se verán las caras en la segunda vuelta de las presidenciales el próximo 6 de mayo para decidir quien es el próximo presidente de la República francesa.

Es la primera vez en la historia de la Vª República que un presidente se presenta como candidato a la reelección y pierde en la primera ronda electoral.

Todo está ahora abierto de cara a la segunda vuelta y la diferencia entre Hollande y Sarkozy impone una celebración con cautela para los socialistas y los progresistas y da ánimos para recuperar el terreno perdido a la mayoría conservadora y neogaullista que defiende las tesis de Sarkozy de una Francia más fuerte dentro y fuera del país, con mayores restricciones a los inmigrantes y con disciplina y austeridad para reconducir la economía y crear empleo.

Hollande, el ganador de hoy, defiende en su programa electoral y lo ha repetido en reiteradas ocasiones en campaña que tiene la voluntad de renegociar el tratado europeo que impone la disciplina fiscal y los ajustes, así como reformular la alianza entre Sarkozy y Merkel -denominada coloquialmente como Merkozy- para que Europa no sólo se recupere de la grave crisis económica con recortes del gasto público y con una fuerte austeridad y alzas de impuestos sino con políticas concretas para generar empleo y volver al crecimiento, como, por ejemplo, devolver más protagonismo a una agencia de inversión europea.

En la tercera posición ha resultado la candidata ultraderechista Marine Le Pen, con el 18% de los votos (mejora el resultado obtenido por su padre Jean-Marie Le Pen en 2007), según ha confirmado a las 20h la televisión pública francesa citando el sondeo de Ipsos y que posteriormente a las 23 horas ha confirmado el Ministerio del Interior.

Ahora se inicia el baile de alianzas del resto de candidatos que no están entre los dos primeros y que aconsejarán o no a sus seguidores dar el apoyo a Hollande o Sarkozy en la segunda vuelta el próximo 6 de mayo.

Hollande intentará reagrupar a los votantes de extrema izquierda, los ecologistas y de la izquierda radical y comunistas para lograr mayor apoyo, así como los indecisos con el discurso del cambio y de que "hay que hacer todo lo posible para sacar a Sarkozy del poder".

Por su parte, Sarkozy deberá convencer a los abstencionistas y aunque reocnoce que no pedirá el voto del Frente Nacional (extrema derecha) muchos de estos electores tienen dos opciones: o votar en blanco (o abstenerse para defender que son un partido que aspira al poder y que no se relaciona con el bipartidismo mayoritario) u optar por Sarkozy para evitar que los socialistas vuelvan a la presidencia de Francia.

De hecho, esta misma noche se ha hecho público un sondeo para la segunda vuelta de Ipsos en la que Hollande se convertiría en presidente aglutinando el 54% de los sufragios, frente a un Sarkozy que perdería con un resultado del 46%.

En los últimos comicios presidenciales de Francia, en 2007, Sarkozy se alzó con la victoria en primera vuelta, con el 31,18 % de los votos frente al 25,87 % de la entonces candidata socialista, Ségolène Royal.

Los resultados de este sondeo de Ipsos, que sigue en directo La Vanguardia.com, dan por detrás de Marine Le Pen a los candidatos: el aspirante de la Izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon (11,7% de los votos); el centrista François Bayrou (9%); la candidata ecologista Eva Joly (2,2%); Nicolas Dupont-Aignan (2,1%); el candidato anticapitalista, Philippe Poutou (1,3%); la candidata comunista Nathalie Artaud (0,8%) y en último lugar ekl independiente Jacques Cheminade que ha logrado el 0,2% de los sufragios.

Para la segunda vuelta de las elecciones, todas las encuestas publicadas antes del cierre de la campaña vaticinaban una victoria de Hollande, con una diferencia de entre 6 y 12 puntos sobre Sarkozy.

Hollande, quien partía como favorito, habría obtenido entre el 28,4 y 29,3 por ciento de los votos, mientras que Sarkozy habría logrado entre el 25,5 y 27 por ciento.

La líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, se ubicó en tercer lugar con entre un 18,2 y un 20 por ciento de apoyos, cifra histórica para un partido de extrema derecha en Francia.

A medida que avanza la noche, Le Pen pierde fuelle y si a las ocho de la tarde obtenía el 20% en los sondeos, a las 22h15 reducía su resultado hasta el 18% y ésa pérdida beneficiaba a Sarkozy que sobrepasaba el techo del 26% y se posicionaba a sólo dos puntos de distancia de Hollande.

¿A quién votarán los electores del Frente Nacional el próximo 6 de mayo? Marine Le Pen no ha pedido el voto directo para Sarkozy, pero sí que ha defendido que sus electores "voten por una Francia más exigente y que defienda los intereses de los franceses frente a la inmigración clandestina y legal que defiende el proyecto de la izquierda". El próximo 1 de mayo, Le Pen desvelará a sus electores su estrategia de voto en la segunda vuelta.

Hollande y Sarkozy tendrán a partir de mañana dos semanas para lograr el apoyo de los ocho candidatos restantes en la segunda vuelta. Si gana, Hollande, de 57 años, podría convertirse en el segundo presidente socialista francés después de François Mitterrand (que accedió al poder en 1981).

Con la victoria del candidato socialista en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia en 2012, es la primera vez en la historia de la Vª República francesa que un presidente que también es candidato no logra ganar en la primera ronda electoral.

La participación electoral de este domingo se estima que se ubicó en entre el 80 y el 81 por ciento de los votantes registrados, levemente por debajo de la de 2007.

En los últimos comicios presidenciales de Francia, en 2007, Sarkozy se alzó con la victoria en primera vuelta, con el 31,18 % de los votos frente al 25,87 % de la entonces candidata socialista, Ségolène Royal.

Hollande, líder de los que quieren "pasar página"

El socialista François Hollande, que se impuso hoy en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, se presentó como el representante "de los que quieren pasar página" y dijo que es consciente de que se le mira "más allá" de las fronteras de Francia.

"El 6 de mayo quiero una victoria, una linda victoria", aseguró Hollande, de 57, años ante sus seguidores. Asimismo dijo que los resultados fueron una "sanción" a la presidencia de Sarkozy y un "rechazo" a su discurso.

Al tomar una postura dura en temas como la inmigración y la seguridad, Sarkozy parecía estar intentando conquistar a la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, quien obtuvo el tercer lugar en los comicios con entre un 18,2 y un 20 por ciento de los votos, un récord para su partido en una primera ronda.

Hollande responsabilizó a Sarkozy por el resultado obtenido por el Frente Nacional.

"Esta es una nueva señal de que en la República es necesaria una rebelión", aseguró. El socialista señaló que continuará abogando por el cambio y repitió que su objetivo es "poner a Europa de vuelta en el camino del crecimiento y el empleo".

Hollande resaltó en su discurso en la sede de su partido en la rue Solférino en París que su victoria en esta primera vuelta de los comicios "es una sanción al quinquenio que se cierra" y afirmó que es el candidato "de todas las fuerzas que quieren pasar una página y abrir otra donde todos los recursos", con mención explícita a la juventud, "sean movilizados".

"Sé que se me mira más allá de nuestras fronteras", añadió el socialista, que en su primera comparecencia pública tras el cierre de los colegios electorales renovó su intención de "reorientar Europa" y de volver a colocarla sobre la senda del crecimiento y del empleo.

Sarkozy: "Vamos a ganar"

El presidente de Francia y candidato de la formación conservadora UMP, Nicolas Sarkozy, ha asegurado que ganará la segunda ronda de los comicios a la Presidencia tras perder la primera vuelta de hoy ante el socialista François Hollande, al que ha invitado sin éxito a participar en tres debates televisados antes del regreso a las urnas el próximo 6 de mayo.

"Gracias por haber desafiado los pronósticos, gracias por venir, gracias amar a Francia. Todo comienza. Vamos a ganar", declaró Sarkozy en su primer mensaje al electorado tras su derrota, en declaraciones recogidas por la televisión France 24.

El presidente ha declarado ante sus seguidores que asegura estar capacitado para "proteger al pueblo francés durante los próximos cinco años de mandato" si finalmente resulta elegido.

El presidente ha invitado a Hollande a celebrar tres debates antes de la celebración de la segunda vuelta. La propuesta ha sido "recibida con risas" y posteriormente rechazada por parte de los socialistas.

"Conozco los deberes", aseguró el candidato conservador al presentarse ante sus simpatizantes. Sarkozy mencionó entre esos "temores" el "respeto de nuestras fronteras", el "control de la inmigración" y la preservación del "modo de vida" de los franceses, que, dijo, se ha convertido en la "cuestión central" de esta elección.

Decepción para el candidato de la izquierda radical

El candidato del Frente de Izquierda (FG), Jean-Luc Mélenchon, ha afirmado en la sede de su partido en París justo después de las 20h cuando se han conocido los primeros sondeos oficiales que su formación tiene "la llave del resultado final" y llamó a sus electores a votar contra el conservador Nicolas Sarkozy el próximo 6 de mayo. Mélenchon ha obtenido el 11,7% de los sufragios y ha quedado en cuarto lugar después de la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, que ha obtenido el 20% de los votos.

"Os pido que os movilicéis para votar en masa en la segunda vuelta de las elecciones el próximo 6 de mayo", ha dicho Mélenchon aunque sin pedir el voto para el candidato socialista François Hollande.

El resultado del candidato radical no ha alcanzado el 15% de los sufragios que se esperaba en los sondeos de la campaña electoral, con lo que su resultado ha supuesto un punto de decepción para su electorado.

El Frente de Izquierda obtiene una horquilla de entre el 11,7 y el 10,2 por ciento de los sufragios, por detrás de la ultraderechista Marine Le Pen, que logra entre el 18,5 y el 20 % de los votos, siempre según las primeras estimaciones.

Mélenchon, al que los sondeos durante la campaña llegaron a situar por encima del 15 % de intención de voto, pidió a sus electores que se den cita el próximo 1 de mayo "detrás de los sindicatos, con la clase obrera, en la lucha" y posteriormente, el día 6, para "derrotar a Sarkozy".

En un discurso ante sus simpatizantes en la plaza de Estalingrado de París, aseguró que "el resultado del Frente de Izquierda tiene en sus manos la llave del resultado final".

"Nuestro pueblo parece haber pedido pasar la página de los años de Sarkozy", dijo el candidato revelación de la campaña.Mélenchon afirmó que "no hay nada que negociar" y subrayó que, si bien el bloque de la derecha ha retrocedido respecto a 2007, la ultraderecha ha avanzado, por lo que su formación ha "acertado al centrar la campaña en el análisis y la crítica radical" del discurso ultraderechista, informa EFE.

El candidato apoyado por el Partido Comunista Frances (PCF), que inició la campaña con un 5 % de intención de voto en los sondeos, no logró el objetivo de superar al ultraderechista Frente Nacional. No obstante, superó ampliamente el resultado de la candidata del PCF en 2007, Marie-George Buffet, que logró el 1,93 % de los votos.

Fuente: La Vanguardia

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