El Gobierno de Mariano Rajoy ha tomado forma. El nuevo presidente ha nombrado a Soraya Sáenz de Santamaría única vicepresidenta de su Ejecutivo, además de portavoz y ministra de la Presidencia. Otro de los nombramientos más relevantes, tal vez el que más expectación había generado, es el de Luis de Guindos, que como ministro de Economía y Competitividad será el encargado de sacar el país de la crisis. Jorge Fernández Díaz será titular de Interior. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación será José Manuel García Margallo; el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; Ana Pastor se hará cargo de Fomento y Pedro Morenés de Defensa. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas será Cristóbal Montoro y la titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato. José Manuel Soria estará al frente del departamento de Industria, Energía y Turismo, y Fátima Báñez de Empleo y Seguridad Social. José Ignacio Wert ha sido nombrado ministro de Educación, Cultura y Deporte y Arias Cañete de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Luis de Guindos - Ministro de Economía y Competitividad
La vuelta al mundo privado tras la inesperada derrota de 2004, le llevó, pasado un prudencial tiempo, al comité ejecutivo mundial y a la presidencia ejecutiva del banco de inversión norteamericano Lehman Brothers para España y Portugal. Dejó el cargo poco después del escándalo de las subprime que hizo saltar por los aires la entidad, una de los cinco bancos de inversión más grandes del mundo, y originó un terremoto en la economía mundial.
Ese paso fue traumático y le marcó un borrón negro en su carrera que posiblemente ahora le vaya a marcar. Más tarde saltó a la división financiera de Price Waterhouse, responsabilidad que dejó por alguna incompatibilidad, y con la que, no obstante, mantiene una relación contractual como director del Centro de Estudios del Sector Financiero que patrocina junto al IE. Además de eso es consejero de la eléctrica Endesa, Unedisa (editora de El Mundo y Expansión, entre otros medios) y Banco Mare Nostrum (BMN, encabezado por la antigua Caja Murcia), lo que seguramente le obligará a abstenerse, por conflicto de intereses, en algunas decisiones sobre política energética, de comunicación o financiera en la que se vea involucrado.
Soraya Sáez de Santamaría - Presidencia y portavoz
En el Congreso de 2004, el primero en el que empezaba a tomar el poder, la colocó en la cúpula como secretaria de Política Autonómica. Estaba arriba, pero no en primera fila: nunca estuvo en las reuniones de maitines, donde se debatía la alta política del PP. Allí seguían siendo todo trajes y corbatas: siete hombres, veteranos ex ministros de Aznar, a los que se sumaba Alberto Ruiz Gallardón. Pero ella siguió ascendiendo discretamente. Siempre con eficacia, trabajo y discreción -y con muy poco perfil político, huyendo de los titulares- fue creciendo. Siempre a la sombra del líder, recorrió toda España para conocer el partido, se fue haciendo respetar siempre con su especialidad: los papeles y la asesoría discreta. La resolución de problemas.
Hasta que en 2008 Rajoy decidió romper con el aznarismo y la nombró su portavoz parlamentaria. Una mujer que se casó por lo civil en Brasil y prometía y no juraba su cargo de diputada daba una imagen de modernidad opuesta al PP tradicional. "Todo el mundo tiene derecho a una oportunidad", dijo Rajoy el día que la nombró ante las miradas escépticas de los veteranos.
Cristóbal Montoro - Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas
En los 90, Montoro ya proponía el freno a la presión fiscal, la flexibilidad en el mercado de trabajo y la contención salarial. Sin medias tintas. Montoro, que en los últimos tiempos ha añadido barniz político al perfil profesoral y técnico, tiene facilidad, aseguran, para explicar de forma pedagógica cuestiones económicas arduas. Lo que no significa que siempre acierte en sus análisis y exposiciones.
Todavía hay quien recuerda cómo siendo secretario de Estado de Hacienda logró hundir la cotización en Bolsa de los grandes bancos al advertir, en plena crisis asiática, de los riesgos asumidos por las entidades en América Latina. Fue un lunar que llegó a convertirse en absceso con el caso Gescartera. Por resumir: una agencia de valores que estafó 120 millones de euros a miles de inversores y que tenía como mascarón de proa (presidenta) a la hermana del secretario de Estado de Hacienda de entonces, Enrique Giménez-Reyna, subordinado de Montoro. El secretario de Estado se vio obligado a dimitir y su hermana fue condenada a tres años y medio de cárcel.
Jorge Fernández Díaz - Ministro de Interior
Tiene una buena relación con el democristiano Josep Antoni Duran Lleida y comparte con él la filosofía de que la solidaridad fiscal entre territorios, como ocurre en Alemania, debe tener límites.
De profundas convicciones religiosas –Se le suele escapar la coletilla: “Dios mediante”- y próximo al Opus Dei, Fernández Diaz ha trazado su carrera cerca de Rajoy quien, en su época de ministro, le nombró dos veces Secretario de Estado: primero en Administraciones Públicas y después en Educación y Universidades. Destituido por la cúpula del partido como presidente del PP en 1990 en beneficio del corrosivo Alejo Vidal-Quadras, Fernández Díaz supo luego pactar y seguir en la cuerda. Siempre, de hecho, junto a su hermano Alberto, ha estado en el epicentro del PP catalán dirigiéndolo con permiso ahora, por supuesto de Alicia Sánchez Camacho. Tienta años después de debutar en política, Jorge y Alberto cosechan sus grandes recoger éxitos: uno en el Gobierno y el otro, a un paso de firmar una alianza en el Ayuntamiento de Barcelona si es que las relaciones entre los dos partidos no acaban reventando. Hoy, ocho días después de la copa navideña de Barcelona, el ministro seguro que podría contestar mucho más tranquilo. Pero consciente de que culmina su carrera con el enorme reto de afrontar el final de ETA.
Alberto Ruiz Gallardón - Ministro de Justicia
No todo han sido éxitos, ni mucho menos. Para empezar, porque el poder solo llegó tras 12 largos años chupando banquillo en la oposición. Y, además, porque el vuelo de ascenso se quebró dos veces. Después de despreciar la política interna de partido durante años, cuando intentó ganárselo se estrelló: en 2004 perdió de largo en su pugna por controlar el PP madrileño frente a Esperanza Aguirre; en 2008 vivió la humillante experiencia de ser descartado a última hora por Mariano Rajoy en sus listas al Congreso, tras postularse abiertamente y con Aguirre de testigo-verdugo.
Esos dos momentos, más la aventura fallida —dos veces— de la candidatura olímpica para Madrid están en su haber personal, son sus espinas. Pero algunos que lo conocen bien aseguran que el alcalde, ya ministro, no es el mismo que hace cuatro años, cuando llegó a anunciarles que se retiraba de la vida pública tras el desplante inesperado de Rajoy. “Por primera vez le hace ilusión ser Gobierno, no ser presidente del Gobierno”, dicen.
José Manuel García-Margallo - Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación
Diputado en el Congreso entre 1977 y 1994, fue portavoz de Economía y Hacienda (1986-1994) en la Cámara baja. Después, dio el salto a Bruselas.
Allí, alejado de la confrontación y las estridencias de la política nacional, este hombre de formas amables y frases directas se hizo cargo de la vicepresidencia de la subcomisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento comunitario, donde cerró filas con los socialistas para defender el Corredor ferroviario mediterráneo.
En su último artículo en EL PAÍS, donde es colaborador asiduo, el eurodiputado se mostraba partidario de un Tesoro europeo con la potestad de emitir eurobonos para combatir la crisis de la moneda única. De talante conciliador, García-Margallo mantiene una buena relación con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En el capítulo de reconocimientos, destacan la Gran Cruz del Mérito Civil (1982) y la Orden del Mérito Constitucional (1983).
Pedro Morenés - Ministro de Defensa
Durante los últimos ocho años ha sido secretario general del Círculo de Empresarios y presidente del Consejo de Administración de Construcciones Navales del Norte. Actualmente dirige la filial española de la empresa europea de misiles MDBA y, desde hace pocas semanas, Seguribérica, la firma que presta seguridad a los atuneros españoles que faenan en el Índico.
Menos conocido es, sin embargo, que a lo largo del último año ha actuado como interlocutor informal del PP con el Ministerio de Defensa. En varias ocasiones se ha reunido con el secretario de Estado, Constantino Méndez, quien le ha facilitado información de primera mano sobre los problemas presupuestarios del departamento, que en los próximos años debe afrontar pagos por más de 30.000 millones de euros derivados de los grandes programas de armamento comprometidos en la última década. Morenés, que ha trasladado esta información a Rajoy, sabe de lo habla, ya que el sistema que ahora amenaza con colapsar –los anticipos a cuenta del Ministerio de Industria- se puso en marcha con los primeros gobiernos del PP.
La elección de Morenés, un vasco español hasta la médula, con un perfil más de gestor que de político, significa que, en una época de recortes y restricciones presupuestarias, Rajoy ha identificado que el mayor problema al que se enfrentan las Fuerzas Armadas es cómo apretarse el cinturón sin que se resienta la operatividad. Una tarea que no resultará fácil.
Ana Pastor - Ministra de Fomento
Con su nombramiento, Rajoy premia su fidelidad y reconoce su carácter de tecnócrata, más eficaz y cómoda en intensas deliberaciones o manejando fajos de papeles que dando mítines. De hecho, pese al cargo que ha ocupado en los últimos siete años, ha limitado su presencia en los medios a lo indispensable, dejando preferentemente que fueran otros quienes se pronunciaran contra la ley que permitía el matrimonio de personas del mismo sexo, la reforma de la regulación del aborto o las polémicas educativas. Cuando se le ha preguntado directamente, su discurso en estos asuntos ha sido fiel al argumentario de su partido, pero sin ir más allá.
En su nuevo cargo Pastor tendrá que lidiar con los recortes en obras públicas o con su relanzamiento como medida de fomento del empleo. Que sea un área nueva para ella seguramente no le será un problema, ya que tiene una capacidad de trabajo y una dedicación que ha hecho que, matices ideológicos aparte, todos los sectores con quienes ha tratado anteriormente, sobre todo el sanitario, tengan una buena imagen de ella.
Fátima Báñez - Ministra de Empleo y Seguridad Social
Esta abogada especializada en empresas ha participado en las reuniones del traspaso de poderes -el llamado equipo de Soraya- y pertenece al círculo de confianza del coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro.
En el ámbito económico, Báñez se ha caracterizado por defender medidas de respaldo a los emprendedores e iniciativas para que el crédito de los bancos llegue a las empresas.
La política es una firme partidaria de atenuar la presión fiscal –“Hay que bajar los impuestos, la subida detrae el consumo”.
Miguel Arias Cañete - Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
Desde la derrota electoral de 2004, ha repetido como diputado del PP, primero por Cádiz, y luego por Madrid. Durante el difícil congreso interno del PP en Valencia, en 2008, en el que Rajoy fue reelegido para llevar las riendas del partido, Cañete ejerció de presidente del Comité Electoral.
El carácter campechano de Arias Cañete, que durante la crisis de las vacas locas le llevaron a defender el consumo del chuletón, le jugó otra mala pasada cuando, en febrero de 2008, salió en defensa de la propuesta que había hecho Rajoy de crear un contrato de integración para los inmigrantes. Al hacerlo culpó a los extranjeros del colapso de las urgencias y cuestionó la capacidad de muchos extranjeros para servir mesas de forma poco afortunada: "Aquellos camareros maravillosos que teníamos, que le pedíamos uno cortado, un nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorada, cerdo, y a mí uno de boquerones en vinagre y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme eficacia".
Ana Mato - Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
Siempre se le ha identificado con Aznar, porque formó parte de su círculo de confianza. Entre 1996 y 2004 estuvo en todas las quinielas de ministrables, pero el entonces líder del PP prefirió tener a Mato en el partido, cuidando de la sede. Con la derrota de 2004, ella misma renunció a seguir en Madrid, por entender que el aznarismo debía retirarse de la primera línea, y, tras dudar si retirarse a la empresa privada, sopesando varias ofertas, fue eurodiputada. Pero Mariano Rajoy, aconsejado por Javier Arenas, la rescató en abril de 2004 como vicesecretaria de Organización, en busca de la eficacia y la garantía de discreción. Tanto se ganó su confianza que ha sido la responsable de la campaña electoral del líder del PP, la que ha terminado con la mayoría absoluta.
Su actividad no ha estado exenta de polémica por la implicación de su ex marido, Jesús Sepúlveda, en el caso Gurtel y por declaraciones como las que ponían en cuestión el modelo educativo andaluz.
José Manuel Soria - Ministro de Industria, Energía y Turismo
Desde la dirección del partido en el archipiélago desempeñó una activa labor de apoyo a la política de José María Aznar y en 2003 fue elegido diputado en el Parlamento de Canarias, tarea que compaginó con la presidencia del Cabildo de Gran Canarias hasta que salió del Gobierno insular tras una moción de censura presentada por Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias en 2007.
A pesar de varios escándalos que relacionaban a cargos del PP con corrupción urbanística (caso Bango, Eólico, Faycán y Salmón), Soria, casado y con dos hijos, entró en el Gobierno regional, tras pactar con CC en 2007, como vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda. En 2010 rompió el pacto con los nacionalistas por el apoyo de estos a los presupuestos estatales (del PSOE) y en las elecciones locales de ese mismo año, a pesar de ser la fuerza más votada, el PP se quedó en la oposición tras el pacto entre socialistas y nacionalistas.
José Ignacio Wert - Ministro de Educación, Deportes y Cultura
Considerado la mano derecha de Pedro Arriola, asesor de cabecera de Génova y oráculo de las encuestas del PP, José Ignacio Wert (Madrid, 1950) es un reputado sociólogo. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, ha sido jefe del Servicio de Estudios de RTVE, subdirector del gabinete técnico CIS y profesor de Sociología Política de la Universidad Autónoma de Madrid.
Desde 1987 hasta 2003 ha sido presidente de Demoscopia, instituto privado dedicado a la investigación de opinión y mercado. En 1994 presidió Sofres AM, empresa de medición de audiencias televisivas, y a continuación fue nombrado consejero delegado de la compañía de encuestas Sofemasa, propiedad del Grupo Sofres, cargo en que cesó ese mismo año para volver a Demoscopia.
Ha sido también Presidente de ESOMAR, la Asociación Global de Investigadores de Opinión y Mercado, así como de la EFQM (European Foundation for Quality Management), que ha presidido entre 2003 y 2009 en representación de BBVA.
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