Más de un centenar de litografías, dibujos, bocetos y anotaciones revelan desde hoy en Valladolid a un sutil Joan Miró comprometido contra el franquismo, con la figura literaria del tirano Ubú Rey como disculpa y un abanico de técnicas y color que sugiere en unos casos y critica más directamente en otros.
La exposición "Miró. Su lucha contra la dictadura" recala en el Museo de la Pasión de Valladolid con la más completa colección del artista catalán contra el franquismo, con litografías, fotografías, bocetos y anotaciones en las que dejó patente su oposición al franquismo.
Bien mediante colores ácidos alejados de su paleta tradicional bien mediante trazos y personajes que con un tono más humorístico aluden al dictador, Miró planteó ya desde 1966 su compromiso contra el dictador español.
Tropas con narices grandes, orejas gachas y el culo pegado al suelo aluden al dictador Franco desde algunas de las obras que se exponen en Valladolid, según ha explicado hoy la comisaria de la muestra, Dolores Durán.
"Sorprende que no sufriera ninguna persecución ni llamada de atención, quizá porque las litografías se editaban en Francia y no se veían en España", ha referido la comisaria.
El alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, ha recordado en la rueda de prensa de presentación de la muestras que Joan Miró "sentía una especial fascinación por Ubú Rey, la obra de Alfred Jarry", un personaje que le sedujo ya que representaba al tirano por excelencia, al dictador y sus ataduras.
Las piezas forman parte de la colección de Pedro Sierra, amigo personal del Miró, y reflejan a un artista "polifacético y comprometido", en lo que supone "una ocasión única" para conocer la obra de uno de los grandes creadores del siglo XX, en palabras del regidor vallisoletano.
Dolores Durán ha recordado que la obra Ubú Rey nace como una obra para el teatro de marionetas, en el arranque del teatro del absurdo, y situada en Polonia, o el este de Europa, refleja al prototipo de un ser "tirano, un hombre cruel y amoral y el prototipo del dictador del siglo XX".
Miró conoció la obra de Jarry cuando era muy joven, como se refleja en un ejemplar de la edición de 1921 "anotadísima" por el artista catalán que se conserva en la Fundación que lleva su nombre en Barcelona, y que indica que era una "de sus obras de cabecera", ha recordado Dolores Durán.
Posteriormente, se celebró en París, en 1937, una representación de "Ubú Rey" con decorados de Max Ernst, y Miró participó en el programa de mano de la obra con un dibujo de la madre de Ubú.
Le seguirían en 1966 la primera serie litográfica en trono a la figura de Ubú, un libro de bibliófilo editado por Tériade titulado "Ubú Roi", con trece litografías "de colores muy ácidos, chillones, alejados de la paleta tradicional de Miró, y que representan la violencia, la crueldad y la falta de moral del dictador".
Parecen "más una escenografía teatral", "sin espacios vacíos", ha resumido la comisaria de la muestra.
La fascinación del artista catalán por la obra de Jarry continúa en la serie "Ubú en las Baleares", de 1971, y "La Infancia de Ubú", de 1975, con otras 38 litografías con signos y palabras, con un tratamiento cercano al "collage".
Estos trabajos culminan en la representación teatral "Mori el Merma", basada en Ubú, en la que Miró colabora con el teatro La Claca en los decorados, el telón de boca y los "ninot" que configuró para los actores, uno de los cuales protagoniza el cartel que anuncia la exposición en Valladolid.
En la exposición figuran también varios dibujos preparatorios para los posteriores grabados y litografías; y una completa carpeta con las fotografías, bocetos y anotaciones de Joan Miró sobre los personajes de Ubú, obras originales y poco conocidas que amplían la visión de un Miró polifacético y comprometido.
Fuente: ABC


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