Hace año y medio que la enorme estatua de cuerpo entero de Millán-Astray que lució durante décadas una pequeña pero céntrica plaza de A Coruña reposa encerrada en un hermético ataúd en los talleres municipales. Y seguirá de momento allí, con el aval de la justicia. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 desestimó la demanda de la hija del teniente coronel golpista contra la decisión del Ayuntamiento de retirar, en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, el enorme mamotreto de bronce y rebautizar la plaza que la albergaba, también dedicada al militar.
La misma juez da, sin embargo, la razón a la descendiente del militar en cuanto a la derogación del título de hijo predilecto de la ciudad en la que nació. La magistrada considera nulo el acuerdo de 2009 del pleno municipal de revocar esa distinción porque le fue concedida en 1922, "14 años antes de la Guerra Civil" en su calidad de fundador de la Legión, no por su trayectoria posterior como colaborador de los golpistas y del franquismo, según una sentencia que publicó ayer La Opinión A Coruña.
El fallo, recurrible ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, aún no fue notificado al Ayuntamiento. El Gobierno local, ahora presidido por Carlos Negreira (PP), esperará a que los servicios jurídicos municipales estudien la sentencia para decidir los pasos a seguir. La hija de Millán-Astray, por el contrario, está decidida a continuar con su batalla judicial, con un recurso, en defensa de la efigie de su padre. Su retirada de la pequeña plaza en la que estuvo más de 30 años así como la derogación del título de hijo predilecto forman parte del acuerdo adoptado por el pleno en septiembre de 2009 para suprimir de sus calles y edificios públicos un total de 53 símbolos del franquismo. El PP, entonces en la oposición, se había abstenido y el ahora alcalde llegó a defender a Millán-Astray como "un coruñés de pro".
La magistrada avala el acuerdo votado por PSOE y BNG de cambiar el nombre de la plaza dedicada a Millán-Astray y retirar la efigie de 50 toneladas que allí fue eregida en 1970. "No cabe entender", dice la titular del juzgado, ambas distinciones "como único fin el homenaje a la Legión, sino también la glosa de la figura de Millán-Astray y sus actuaciones durante la Guerra Civil".
La Ley de Memoria Histórica, que obliga a retirar todo símbolo de la contienda y de la dictadura, fue correctamente aplicada en ambos casos, dice la juez. Y si bien reconoce que es potestad del Ayuntamiento decidir el nombre de sus calles y la concesión o revocación de honores, considera que hizo mal al ampararse en esa norma para retirar el título a Millán-Astray. La corporación deberá buscar otro argumento legal para derogar ese título. Otros familiares de franquistas cuyos nombres serán retirados del callejero perdieron en los tribunales sus demandas.
Fuente: El País
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