Los juicios que entre 1945 y 1946 sentaron en Nuremberg a los colaboradores del régimen nazi ante un tribunal militar por sus actos en nombre del III Reich sentaron las bases de la actual legislación internacional sobre crímenes y abusos contra la humanidad. Hoy, la Junta de Andalucía alude a esa jurisprudencia internacional para instar a la Justicia a tomar cartas respecto a los fusilados en el Barranco de Víznar durante los primeros días del golpe de Estado de 1936.
Las "evidencias" que la Dirección General de Memoria Histórica de Andalucía, dependiente de la Junta, trasladará al juzgado territorial son los restos óseos y de armas de fuego localizados y delimitados en cinco fosas comunes, situadas en esa zona de la provincia granadina (a unos 800 metros del entorno en el que algunos investigadores situaron el enterramiento de Federico García Lorca). Unas labores de indagación que se iniciaron el pasado 18 de junio, a instancias del Ayuntamiento de Víznar, sobre once zonas en las que se presuponía existencia de fosas comunes.
Finalmente, en cinco de esas once áreas se han encontrado restos óseos y de armas de fuego, como los casquillos de las balas usadas en los fusilamientos, aunque los responsables del trabajo, coordinado por Iván Sánchez, no se han atrevido a dar una cifra del número de personas que fueron asesinadas y enterradas por "carecer aún" esa hipotética cifra de "valor científico".
En cualquier caso, el director de Memoria Democrática, Luis Naranjo, ha dejado muy claro que no se tratarían de fusilados de la Guerra Civil, sino de víctimas de asesinatos durantos los días inmediatamente posteriores al golpe. Un matiz que podría ser importante ante una eventual decisión judicial sobre si hubo o no crímenes sistemáticos contra la humanidad, y no simplemente víctimas propias de un conflicto bélico. También ha destacado que ésta sería la "primera vez que un Estado democrático", en alusión al Gobierno andaluz, "se persona ante la Justicia con evidencias" de este tipo.
De momento, hasta que no se pronuncie la Justicia sobre si procede o no investigar el caso, no se llevarán a cabo trabajos de excavación. Entre otras cuestiones porque los mismos podrían suponer la destrucción de pruebas.
Según la documentación recogida por los investigadores antes de iniciar las labores de indagación arqueológica, los enterrados en el barranco de Víznar fueron supuestamente asesinados por la columna que dirigió el capitán José María Nestares Cuéllar.
Granada, aislada
Éste tenía el mandato de detener el avance de los republicanos una vez que Granada quedó aislada del resto de la zona sublevada. Así, recorrió pueblos como Pulianas y Nívar hasta la ocupación de Deifontes, para después establecer un sector militar desde Alfacar y El Fargue que comprendería, entre otros, al pueblo de Víznar.
Allí se encerró a los prisioneros captados durante el avance de la columna en el edificio de las Colonias, donde solían ir a veranear escolares granadinos. Desde allí fueron trasladados, durante los primeros días de agosto de 1936, en diversos vehículos para su fusilamiento.
Todo apunta a que los primeros enterramiento se hicieron en la zona de Puerto Lobo, más tarde se trasladaron a ciertas áreas de Alfacar como la cañada del Colmenar, el Caracolar y las inmediaciones del campo de las Pepinas, y finalmente al barranco de Víznar, donde, según coinciden todas las fuentes, se produjo el mayor número de fusilamientos y enterramientos en fosas comunes.
Fuente: El mundo
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