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La Universidad vuelve a ser el objetivo de los grupos de ideología neonazi. El pasado jueves, el autodenominado Frente Juvenil, perteneciente a las Juventudes del Hogar Social Ramiro Ledesma y más conocido como Hogar Social Madrid, protagonizó una nueva acción, con la que pretenden revindicar uno de los puntos fuertes de su discurso fascista: el rechazo a los refugiados y su exclusión del sistema educativo español. Los sindicatos estudiantiles sostienen que el aumento de estos grupos ultras ha provocado que los altercados sean cada vez más frecuentes en los campus universitarios autonómicos.
El último de estos incidentes lo protagonizaron decenas de jóvenes neonazis al acceder a la azotea de la Facultad de Odontología, en el campus de Moncloa, donde se encuentra ubicada la Universidad Complutense. Desde allí, y portando bengalas de humo azul, desplegaron una pancarta sobre la fachada del edificio, con un mensaje en el que denunciaban que, desde 2012, casi 78 mil estudiantes abandonaron sus estudios por el aumento de las tasas en las matrículas, a la vez que critican que a los refugiados sirios se les conceda la posibilidad de estudiar de forma gratuita. Es lo que ellos llaman "discriminación".
Asimismo, varios de ellos repartieron panfletos a las puertas del metro de Ciudad Universitaria, cuyo mensaje era el de que los refugiados no tenían derecho a entrar en la universidad cuando hay españoles que no se la pueden costear.
Ésta no es la primera acción de grupos de ideología neonazi. Ya en varias ocasiones, asociaciones y sindicatos estudiantiles han sido atacados en las instalaciones de las universidades, enfrentamientos que se saldan con desperfectos en las infraestructuras y más de un herido.
Ya son varias las universidades en las que se producen altercados por parte de grupos radicales, entre las que destacan la Complutense, la Rey Juan Carlos o la Autónoma de Madrid. En la primera de ellas, los decanatos de las diferentes facultades se han coordinado con el Rectorado para tomar medidas que frenen tanto estas acciones, como la divulgación de su discurso y mensaje fascista.
Sin embargo, sindicatos y asociaciones de estudiantes denuncian la escasez de recursos económicos y presupuestarios, como sucede en el caso de la Universidad Complutense, la más acosada, dificulta que se puedan tomar medidas más efectivas, aunque ya ha aumentado la seguridad en las zonas más conflictivas. Asimismo, ponen de manifiesto la laxitud por parte de la Administración del Ayuntamiento de Madrid para frenar estas acciones.
Fuente: Público
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