Este domingo, para muchos catalanes, es un día de fiesta. En los locales de votación, se respira alegría porque ha llegado el 9 de noviembre y hay unas urnas en la que pueden introducir unas papeletas, porque pueden expresar cómo quieren que sea Cataluña. No parece importarles demasiado que la consulta no sea vinculante ni tenga efecto jurídico alguno. Llevan mucho tiempo queriendo votar, y están votando.
Hasta la una de la tarde, 1.142.910 personas participaron en el proceso, según informó la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega. “Miles de ciudadanos participan con absoluta libertad para manifestar su opinión sobre el futuro político de Cataluña”, comentó. Este número de votantes representa aproximadamente un 15% de la población total de Cataluña –no de las personas con derecho a voto, puesto que no existe un censo electoral–. Los sufragios han estado distribuidos de la siguiente forma: Alt Pirineu, 13.389; Barcelona, 693.914; Cataluña Central, 112.770; Girona, 142.707; Lleida, 64.291; Tarragona, 82.747 y Terres de l'Ebre, 33.000.
Mientras el Gobierno central niega validez a estos datos, Artur Mas vio en ellos la prueba de que Mariano Rajoy tiene que reaccionar: "Después de todo lo que hemos hecho, nos hemos ganado el derecho a un referéndum definitivo; si puede ser, pactado con el Gobierno". La pelota, como en todo este proceso, está en el tejado de la Moncloa que desde hace casi un año oculta si maneja una hoja de ruta alternativa para cuando pase este día.
Jornada tranquila
No consta que los Mossos d'Esquadra hayan identificado a las personas que han abierto las escuelas, a pesar de que la Fiscalía Superior de Cataluña se lo requirió. “Cuando he salido a la calle, había ruidos que me han asustado un poco. Luego he llegado al local y lo hemos abierto sin ningún problema”, afirmaba una voluntaria que está participando en la organización del proceso. Un policía, que se encontraba en las inmediaciones de un centro, explicó que no ha habido ningún incidente, aunque estaban ahí por si se producía alguno. En general, la jornada se está desarrollando con tranquilidad. Esta mañana, las cerraduras de algunos de los locales estaban selladas con silicona, pero se han podido abrir sin problema.
En la escuela L'Arenal de Llevant, en Barcelona, la cola era larga en torno a las diez de la mañana. Familias con niños, jóvenes e incluso personas mayores en silla de ruedas han acudido a las urnas. Mientras esperaban, voluntarias de la Asamblea Nacional Catalana tenían junto a la puerta una mesa, en la que recogían firmas para un manifiesto. En él, se reclama a las Naciones Unidas, el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, la OSCE y el Consejo de Europa que tomen las medidas necesarias “para garantizar que la ciudadanía de Cataluña pueda decidir democráticamente su futuro político”.
Ya dentro del local, los votantes pueden resolver dudas sobre qué mesa les corresponde en un punto de información. Lo atienden Maria Àngels y Miguel Ángel, y este explicaba: “Ante todo, esto es un acto democrático. Yo he tenido claro desde el primer momento que, si se celebraba la consulta de una manera u otra, quería poner mi granito de arena”.
El papel de los voluntarios
Los voluntarios están organizados en una estructura jerárquica. Al inscribirse en la web, tenían que explicar entre otras cosas qué estudios tienen, y la Generalitat les fue asignando funciones. Al mando del proceso en este centro está Eva, que se muestra satisfecha con el desarrollo de la jornada: “La mañana ha sido muy emocionante, muy bonita. Todo el mundo quería colaborar, tenemos una lista enorme de personas suplentes, pero gracias a Dios ha venido todo el mundo. Nos ha faltado una persona, pero la hemos suplido rápidamente”.
El local tiene nueve mesas, preparadas para que voten unos mil ciudadanos en cada una. “Tengo la ilusión de poder tener algún día un país propio. Estamos en esta coyuntura para ver qué es lo que quiere todo el mundo”, afirmaba Eduard, presidente de una de esas mesas. Muchos votantes también se mostraban entusiasmados, y algunos pedían que les fotografiasen en el momento de introducir la papeleta en la urna.
Los resultados pueden ser diversos. Se puede dar el sí a que Cataluña sea un Estado propio y a que sea independiente o el no a ambas cosas, pero también se puede elegir la opción intermedia, el 'sí-no'. Es el caso de Guillermo: “Yo voy a votar 'sí y no'. Sí, porque quiero que Cataluña sea un Estado, que lo que paguemos aquí se quede aquí y tengamos más dinero para según qué cosas. Y no, porque no me gusta la independencia”. Para una de las voluntarias que están coordinando el proceso, el resultado no es lo más importante: “Esta noche lo celebraremos, si todo sale bien. Pero que salga bien no es que mucha gente vote sí, sino que mucha gente vote”.
Mas vota 'sí-sí'
De todas estas opciones, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, votó 'sí-sí' a las dos preguntas y defendió el proceso participativo del 9-N. "Después de todo lo que hemos hecho, nos hemos ganado el derecho a un referéndum definitivo; si puede ser, pactado con el Gobierno", apostilló Mas en declaraciones recogidas por Europa Press.
"No entiendo que Rajoy diga que esto no es un referéndum ni una consulta" pero que busque bloquearlo en los tribunales, dijo en rueda de prensa tras votar en la Escola Pia Balmes de Barcelona, y justificó su doble 'sí' al votar alegando que ha llegado a la conclusión de que ésta es la mejor opción.
Mas explicó que ha costado enormemente llegar hasta este proceso participativo del 9-N y añadió: "Que nos dejen tranquilos: cuando se está en democracia no te gusta recordar según qué intimidaciones".
El presidente aseguró que no se van a dar los datos de los directores de las escuelas públicas con mesas de votación –como la Fiscalía requirió el sábado a la Generalitat– "porque no los hay; sólo hay voluntarios".
"Ladran, luego cabalgamos"
"Si la Fiscalía quiere conocer quién es el responsable, que me miren a mí", añadió Mas, que también hizo mención a la denuncia contra él y contra los consellers de Educación y de Interior presentada este mismo domingo por UPyD.
"Ladran, luego cabalgamos. Mientras nos impliquen a nosotros, nos da igual. Otra cosa es que se quiera implicar a terceras personas", replicó sobre la denuncia.
Además, el presidente de la Generalitat quiso lanzar un mensaje a todos los españoles –respondió preguntas en catalán, castellano e inglés– al decir que con el 9-N se está defendiendo "la libertad, la democracia, el derecho de expresión y la libertad ideológica. Es bueno para Catalunya y para España. Hacemos un acto de democracia de calidad".
Mas aseguró que han sacado adelante este proceso después de probar todas las alternativas posibles; una vez agotadas, la alternativa no es quedarse cruzado de brazos y mirar al suelo: "Nuestra alternativa es ésta", en alusión al 9N.
Convivencia
Tras este domingo, Mas dejo claro que considera que el Gobierno central debe "encarar lo que es un clamor en Catalunya", donde, cuando llegue el referéndum definitivo al que aspira, tiene que reinar la convivencia.
"Cuando llegue la consulta definitiva, los catalanes tienen que poder cogerse de la mano, porque deben seguir viviendo juntos y unidos", e instó a que todos acaten el resultado del referéndum definitivo cuando llegue, gane o pierda su opción.
"Convencer a Madrid"
Sobre unas eventuales elecciones avanzadas y plebiscitarias, reconoció que es una de las opciones a partir de ahora: "Es una posibilidad; vamos a ver. Tenemos que esperar un poco más. Tenemos que tratar de convencer a Madrid después de lo de hoy".
Al preguntársele por las informaciones publicadas sobre contactos entre el coordinador del Pacte Nacional pel Dret a Dedidir, Joan Rigol, con PP y PSOE, Mas dijo que "nada tienen que ver con el Govern. Son iniciativas personales de las que estoy al corriente pero no con detalle. Rigol defiende el derecho a decidir personalmente".
Fuente: Infolibre
domingo, 9 de noviembre de 2014
La participación supera el millón de personas según el primer balance de la Generalitat
18:00
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