La pedanía de Zujaira, en Pinos Puente (Granada), homenajeará este martes a los once vecinos de la localidad que murieron en el campo de exterminio nazi de Mauthausen, un acto que se celebrará en el monolito levantado en su memoria. El homenaje, que se viene haciendo desde hace tres décadas, está organizado por el Ayuntamiento, y comenzará a las 21.00 horas, con la presencia, entre otros, de la delegada de la Junta, Sandra García, el alcalde de Pinos Puente, Enrique Medina, la alcaldesa pedánea, Remedios Jiménez, el vicepresidente y la secretaria de la Asociación granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, Ernesto Rosales y Fátima González Abad. Además intervendrá Pablo Crespo Gálvez en memoria y recuerdo de su abuelo, una de las víctimas.
En opinión de la alcaldesa de Zujaira, se trata de “una obligación moral el recordar a nuestros vecinos y no olvidar que murieron por la intransigencia y el odio. Por este motivo les rendimos este merecido homenaje que hacemos extensivo a todas las víctimas de la barbarie nazi”, informa Europa Press.
Para el alcalde de Pinos Puente, Enrique Medina, “la lucha contra los crímenes que vulneran las libertades y derechos humanos son una exigencia democrática elemental y un deber para con las futuras generaciones. Este es nuestro granito de arena para que estos crímenes no queden impunes”.
Durante la Guerra Civil española, debido a sus ideales políticos, numerosos vecinos del municipio se vieron obligados a huir de España para salvar su vida y buscar refugio en países vecinos. Este hecho, se agravó porque muchos de ellos, tras cruzar la frontera francesa, fueron internados en campos de reagrupamiento, debiendo soportar un trato cruel y unas condiciones de vida pésimas por parte de las autoridades francesas. Tras el estallido de la II Guerra Mundial muchos españoles fueron obligados a combatir en las filas del ejército francés, enviados al frente en escuadrones de choque, siendo muchos de ellos capturados por los nazis.
Los nazis preguntaron a las autoridades españolas qué debían hacer con los “rojos españoles capturados”, si los extraditaban a España. Pero los campos de concentración españoles estaban a rebosar de presos por lo que, Ramón Serrano Suñer, ministro de Asuntos Exteriores, amigo personal de Heinrich Himmler, contestó rechazando la extradición, alegando para ello que no se trataba de españoles, sino de “apátridas indeseables”, por lo que la Gestapo se hizo cargo de ellos.
Es de este modo como once vecinos, republicanos de Zujaira, fueron conducidos a Mauthausen, que junto con Gusen fueron los dos únicos campos de exterminio de toda Europa etiquetados como campos de ‘Grado III’, lo que significa que eran los campos más duros para los “enemigos políticos incorregibles del Reich”.
Tal y como explica Remedios Jiménez “cuesta imaginar el horror vivido en aquellas instalaciones pero aún duele más el hecho de saber que todo parte del papel clave que el régimen franquista surgido del golpe militar del 18 de julio de 1936, desempeñó en que después de la captura de varios miles de republicanos españoles, además de ser considerados “apátridas” y pese a ser prisioneros de guerra, no se les aplicase el estatuto correspondiente según la Convención de Ginebra, sino que fuesen considerados “combatientes rojos españoles (rotspanienkämpfer)”, tratándoseles en calidad de prisioneros políticos a los que había que aniquilar”.
Los once zujaireños objeto de este homenaje son: Manuel Reina Moya, Pedro Crespo Trujillo, Juan Gálvez Cervera, Rogelio García Alcaraz, Francisco Marfil Crespo, Juan Amigo Nuñez, Rafael Ávila Jiménez, José Crespo Jiménez, Ángel Reina Moya, Antonio Reina Moya y Francisco García Alcaraz, único superviviente de Mauthausen, ya fallecido, y promotor del monolito.
Fuente: Andaluces diario
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