Más de 130 personas, incluidos 104 agentes de policía, resultaron heridas este jueves en el segundo día de protestas antigubernamentales registradas en la ciudad bosnia de Tuzla, en el noreste del país. Miles de manifestantes han vuelto a llenar las calles de la ciudad este viernes por tercer día consecutivo para protestar contra la miseria y el paro, al igual que en Sarajevo, donde fuerzas especiales de la policía han recurrido a cañones de agua a presión para dispersar a cientos de personas que pretendían entrar en la sede de la presidencia bosnia y han disparado bengalas al interior. Un ala del inmueble está en llamas, según medios locales.
Se trata de una oleada de manifestaciones sin precedentes desde el final de la guerra en la antigua república yugoslava (1992-1995), e ilustran el profundo descontento popular por la inercia de una clase política abismada en querellas partidistas y comunitarias e incapaz de sacar a flote una economía en estado crítico. Con el 27,5%, la tasa oficial de desempleo de Bosnia-Herzegovina, establecida por el Banco Central, es la más alta de los Balcanes. El paro real, sin embargo, afectaría al 44% de la población activa. El salario mensual medio es de 420 euros, y un bosnio de cada cinco vive por debajo del umbral de pobreza. El país tiene 3,8 millones de habitantes.
Tuzla fue el corazón industrial de la antigua república yugoslava, pero se ha visto afectada en los últimos años por numerosos cierres de industrias y la consiguiente pérdida de empleos. Muchos de los manifestantes son extrabajadores de antiguas empresas estatales privatizadas y cerradas por sus nuevos dueños. La corrupción es un mal endémico en el país.
Además de Sarajevo, cientos de personas se han solidarizado con los habitantes de Tuzla en las ciudades de Zenica, Bihac y Mostar. En Zenica y Bihac dos edificios gubernamentales han sido también pasto de las llamas, según medios locales.
Manifestantes encolerizados han entrado por la fuerza este viernes en la sede del gobierno cantonal de Tuzla y han intentado saquearla y prenderle fuego, ha informado la agencia France Presse. Un centenar de jóvenes encapuchados que lucían emblemas del equipo de fútbol local han entrado en el inmueble, donde han prendido fuego a las instalaciones y arrojado televisores por las ventanas. Una espesa nube de humo salía de la zona a mediodía de este viernes. Varios centenares de policías se han replegado a unos metros del edificio, y han acordonado un edificio que alberga los servicios de urgencia de la ciudad, situado a poca distancia de la sede del gobierno.
Uno de los líderes de la protesta, Aldin Siranovic, ha asegurado que la masa reclama la dimisión del gobierno local. "Llevan robándonos 25 años, han arruinado nuestro futuro. ¡Queremos que se vayan!", clamó Siranovic ante la multitud.
Nermin Niksic, primer ministro de la federación autónoma bosniaco-croata —a la que pertenece Tuzla—, se reunió de urgencia con las autoridades regionales. "Debemos diferenciar entre los trabajadores que se han quedado sin derechos básicos, como pensiones y seguros médicos, y todos los hooligans que han aprovechado la situación para sembrar el caos", dijo Niksis, en referencia al asedio a la sede de gobierno por parte del grupo de hinchas de fútbol. "La solución no es destruir la propiedad, dañar vehículos y ventanas y enfrentarse a la policía", añadió el mandatario.
Fuente: El país
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