"Ha sido una decisión dura, durísima". Rozando en varias ocasiones las lágrimas, Esperanza Aguirre sorprendió hoy a toda la clase política anunciando en rueda de prensa su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid y como diputada regional. A Mariano Rajoy se lo adelantó muy poco antes en una reunión celebrada en el Palacio de la Moncloa.
"Para un político es absolutamente esencial saber elegir el momento de la retirada. Nunca me he considerado imprescindible". Aguirre visiblemente emocionada esgrimió razones personales y familiares como principales argumentos para justificar su decisión. "Yo siempre pensé que la política era algo temporal, un parénteseis en mi vida de funcionaria, pero han pasado casi 30 años y he llegado a la conclusión de que éste es el momento adecuado para dejarlo", dijo la presidenta. Quizá por eso, Aguirre también hizo referencia a la culminación de "un proyecto político iniciado en 2003 y que en 2011 obtuvo una amplía mayoría absoluta".
En el trasfondo de su decisión aparece la grave enfermedad, un cáncer de mama, que sufrió el año pasado. "He sufrido una grave enfermedad de la que estoy presuntamente curada, pero tengo ahora que hacerme una revisión el próximo día 25 y eso ha influido", afirmó la todavía presidenta madrileña.
Pero no sólo. La presidenta también justificó su marcha en su deseo de dedicarle más tiempo a su madre, su marido, sus hijos, sus nietos, y sus siete hermanos, según declaró en el momento más emotivo de la conferencia de prensa.
Subrayó que, para una persona que vive la política con la pasión que ella lo hace, la decisión es durísima, y reconoció que no sabe muy bien a qué se dedicará ahora, aunque, de momento, pedirá la vuelta a su puesto de funcionaria del Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo, del que está excedente hace décadas por su dedicación política.
Aguirre comenzó ya a hablar con nostalgia de su recíén abandonada ocupación: "No desayunarme a las seis y media de la mañana con tres emisoras de radio a la vez, leer los periódicos y comenzar a llamar a mis colaboradores. Será duro. Y a ustedes (los periodistas) también les echaré de menos, porque me divertía mucho con sus preguntas sobre todo las preguntas más incisivas". No obstante, su recuerdo más sentido fue para "los madrileños".
Sus colaboradores aseguran que la marcha no tiene trampa ni cartón ni esconde razones políticas ocultas. La presidenta rechazó expresamente que haya influido algo su posición en el partido sobre la excarcelación del preso de ETA Uribetxebarria Bolinaga, a la que ella junto a otros se oponía. Y fue contundente al señalar que en su decisión de dimitir y pasar a un segundo plano de la política "no hay vuelta atrás. He cruzado el Rubicón".
Consideró que ha culminado una obra política desde su acceso en 2003 a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, y que sus políticas neoliberales han demostrado en la región combatir mejor la crisis que las llevadas a cabo en el resto del Estado. Dijo que su mayor logro como presidenta ha sido lo relativo a la educación bilingüe, mientras que lo peor han sido "sus meteduras de pata".
Señaló como su sucesor al actual vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. González ha sido la mano derecha de la presidenta durante todos sus años al frente de la Comunidad. Aguirre defendió la trayectoria de González y destacó su valía para sucederla.
El actual vicepresidente regional asumirá el cargo de presidente en funciones, pero Aguirre destacó que, una vez que el presidente de la Asmblea regional reciba su carta de dimisión, se pondrá en marcha su relevo oficial para que González sea elegido formalmente presidente en un debate de investidura.
Aguirre ha explicado que González "es la persona con más experiencia y mejor dotada para el cargo de presidente" y ha señalado que es una persona "enormemente trabajadora, inteligente" y "un gran jurista". En este punto, ha indicado que los madrileños "no van a notar una gran diferencia", sino "al revés".
González asumirá ahora la presidencia en funciones del gobierno regional madrileño. El reglamento de la Asamblea de Madrid establece un plazo de tres semanas para celebrar la votación en la que se elegirá de forma oficial al nuevo presidente: dos semanas para la propuesta al presidente de la Cámara de un candidato a la presidencia y una más para fijar la fecha de votación.
Aguirre contó a los periodistas que hasta este mismo lunes por la mañana no había comunicado su decisión a Mariano Rajoy, con quien se entrevistò en La Moncloa poco antes de la rueda de prensa. Aguirre también dejará "en un momento no muy lejano" la presidencia del PP de Madrid. "No me gustan las bicefalias, eso se lo dejo al PNV", añadió.
Tras la conferencia de prensa, fue acompañada en dirección a su despacho por varios de sus más estrechos colaboradores. La más afectada era la consejera Lucía Figar, que no paraba de llorar y fue consolada por otras personas.
Fuente: Público
lunes, 17 de septiembre de 2012
Aguirre dimite por sorpresa alegando motivos personales
16:30
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