Mientras Europa y los mercados observan atentamente, en un domingo soleado, los griegos están acudiendo desde por la mañana a votar, sabedores de que necesitan un gobierno fuerte que negocie con Europa y les permita vislumbrar un horizonte de recuperación y prosperidad que ahora está muy lejano. "Quiero que gane Syriza [la izquierda] porque tienen algo bonito dentro, han dado esperanza en momentos terribles", afirma Eva, maestra de educación infantil. "Apoyo a Nea Demokratía [la derecha] porque es la única manera de seguir en el euro", dice Manolis, empleado público.
Esta vez, tras el voto de rabia y desesperación del pasado mes de mayo, los partidos y los ciudadanos griegos son conscientes de que, para Grecia, es absolutamente necesario la formación de un Ejecutivo estable. Dos son los candidatos a presidirlo, Antonis Samarás (ND) y Alexis Tsipras (Syriza).
El primero votó temprano por la mañana en Pylos, en el Peloponeso. Lo hizo con pose relajada, sin chaqueta ni corbata. Allí dijo, sencillamente: "Hoy hablan los griegos, mañana comienza una nueva era en Grecia". Luego, partió para Atenas para seguir en el cuartel general de ND los resultados.
Tsipras, que votó en Kypseli, en la capital, protagonizó una de las anécdotas de la jornada, al olvidarse en casa el carnet de identidad, lo que provocó que se retrasase su voto, al enviar a un colaborador a buscarlo a su casa. El líder de Syriza, dijo: "Hemos vencido el miedo. Hoy pavimentamos el camino de la esperanza, de un mejor futuro de justicia social y progreso. El futuro pertenece a quienes llevan la esperanza. Somos optimistas. Ganaremos".
Dos granadas de mano halladas en las oficinas del diario ateniense Kathimerini causaron cierto desconcierto y provocaron la condena unánime de los partidos griegos. La muerte de una niña alemana de tres años en un accidente de coche en Creta y la de un montañero israelí en el monte Olimpo suponen la nota triste de la jornada.
En los colegios del centro de Atenas, el clima era de normalidad. A las puertas de los colegios, afiliados a los distintos partidos que concurren a las elecciones habían colocado stands, desde los que trataban de arañar los últimos votos. Esta vez, las elecciones van en serio. Las fuerzas políticas se han movilizado de verdad. Han llegado a barrios donde los pasados comicios no lo hicieron.
La victoria ayer en la eurocopa de la selección griega frente a Rusia, lo que puede propiciar un enfrentamiento con Alemania, fue celebrado anoche por todo lo alto. "Gana Tsipras, ganamos en fútbol a Alemania. Y a Merkel le da un infarto", bromea Yorgos.
Fuente: Público
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