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lunes, 11 de junio de 2012

La izquierda de Hollande afianza su hegemonía en las legislativas

La primera vuelta de las elecciones legislativas francesas ha confirmado hoy la tendencia apuntada en las presidenciales de hace un mes. Según los primeros sondeos, los socialistas de François Hollande disfrutarán de una mayoría clara en la Asamblea Nacional, solos o en compañía de sus aliados ecologistas, al obtener un 35,2% de los votos, nueve puntos más que hace cinco años, y podrían llegar en solitario hasta los 294 escaños y superar la mayoría absoluta de 289 diputados.

Si no lo hicieran, el apoyo de los verdes, que lograrían un 5% y entre 14 y 16 escaños, les daría el control absoluto de la Asamblea Nacional, por lo que Hollande no tendría que depender del Frente de Izquierda (que encabeza el Partido Comunista de Francia) para legislar. Las primeras proyecciones anuncian cinco años de clara hegemonía izquierdista, que sería mayoritaria en las dos Cámaras del Parlamento, con el Elíseo ya en la mano, el Senado bajo control desde 2011 y las alcaldías de muchas de las principales ciudades.

La izquierda parlamentaria en su conjunto lograría un 47% de los votos (siete puntos más que en 2007), y entre 305 y 353 escaños, mientras la derecha parlamentaria conseguiría un 35% y entre 227 y 266 diputados, según una proyección del instituto de sondeos Ipsos para Le Monde. Hace cinco años, el resultado final, tras el segundo turno, fue de 55% para la derecha y 35% para la izquierda.

El reparto provisional de escaños de Ipsos proyecta entre 270 y 300 diputados para el Partido Socialista, de 14 a 20 para el Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon, entre 10 y 14 para el Partido Radical de Izquierda y entre 8 y 14 a Europa Ecología-Los Verdes.

Los socialistas tienen firmados acuerdos preelectorales con los verdes y el Partido Radical de Izquierda, lo que aseguraría a Hollande una amplia mayoría absoluta.

Dentro del buen resultado general los socialistas, la sorpresa de la jornada la ha dado el ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, un histórico de los tiempos del presidente François Mitterrand, que ha resultado elegido en la primera vuelta en Seine-Maritime (norte de Francia). También el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, ha logrado la reelección por la vía directa con más de la mitad de los votos en Nantes (oeste).

La Unión por un Movimiento Popular (UMP) y sus aliados obtienen una estimación del 35,2%, porcentaje similar al que logra el Partido Socialista, pero con una proyección de entre 210 y 240 diputados, no logra resarcirse de su derrota en las presidenciales, y se deja al menos cuatro puntos respecto a la primera vuelta de 2007, cuando obtuvo el 39,57% de los votos y consiguió elegir directamente a 108 diputados.

Sin un líder claro tras la retirada de Nicolas Sarkozy, desgastada por la crisis económica y por una década de poder absoluto, la derecha moderada de la UMP no recibe un castigo abrumador, aunque el resultado puede llegar a costarle el próximo domingo una verdadera sangría de diputados. En 2007, la recién fundada UMP logró 320 diputados, y, si no lo impide la segunda vuelta, podría perder en torno a un centenar.

El Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen se consolida como la tercera fuerza política bajo la etiqueta de Agrupación Azul Marine, y con el 14% estimado mejora en más de tres veces el 4,29% alcanzado por su padre, Jean-Marie Le Pen, cinco años atrás, aunque el sistema electoral y la alta abstención condenan a una irrelevancia casi total a la ultraderecha. En la segunda vuelta aspira a obtener unos dos escaños con máximo, pese a que los miembros de la Agrupación Azul Marine logran forzar entre 45 y 50 triangulares (elecciones con tres candidatos en segunda vuelta) con el PS y la UMP. El mayor éxito, momentáneo, ha sido el de su líder, Marine Le Pen, que se ha impuesto claramente con el 42% de los sufragios en su duelo ante el líder del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, en Henin-Beaumont, su feudo del norte del país. Mélenchon, que ha llegado tercero a la meta,ha anunciado que desiste para dejar paso al candidato socialista, que se jugará el escaño el domingo próximo en un cara a cara contra la líder del partido xenófobo.

La jornada ha estado marcada por la baja participación, que se ha acercado al récord de las elecciones de 2007 (la estimación al cierre de esta edición era de un 59,9%, frente al 60,44% de hace cinco años), y que los politólogos achacan al cansancio y el escaso entusiasmo de los electores franceses, que desde las primarias abiertas socialistas de octubre han sido convocados a tres votaciones.

El día ha dejado también la mala noticia de la práctica desaparición del mapa político del centrista MoDEM, al que las proyecciones solo conceden un máximo de tres diputados en el recuento final al lograr apenas un 1,5% de los votos.

Las proyecciones de escaños señalan que, mientras la Europa ultraconservadora zozobra, Francia va a emprender un cambio de ciclo de primera magnitud. Las legislativas de 2002 y 2007 otorgaron a la derecha francesa las victorias más amplias en tres décadas. Hace diez años, los conservadores sumaron 394 escaños, mientras el Partido Socialista se hundía en la peor sima de su historia, con 141 diputados frente a los 250 de 1997. Hace cinco años, la Unión por un Movimiento Popular fundada por Sarkozy mostró de nuevo su pujanza con 320 diputados, mientras los socialistas caían a 204 escaños. Ahora, las proyecciones ofrecen a la izquierda un resultado final opuesto al de hace un lustro y 12 puntos de ventaja. Definitivamente, Francia parece haberse convencido, sin entusiasmo según muestra la alta abstención, de que las políticas ultraliberales que han dominado Europa en los últimos tiempos no son la solución.

Fuente: El País


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