La condena de Baltasar Garzón a 11 años de inhabilitación abre una nueva batalla en la Audiencia Nacional. Se trata de determinar quién ocupará el juzgado Central de Instrucción 5, el destino del juez durante los últimos 24 años y que, durante su suspensión, ha sido ocupado por Pablo Ruz. El mejor situado, según fuentes de la Audiencia, es Eloy Velasco, su compañero del juzgado 6. Velasco fue ocho años director general de Justicia de la Comunidad Valenciana en los gobiernos de Eduardo Zaplana y Francisco Camps, ambos del PP. Ahora tendrá que lidiar con la mayor trama de corrupción que afecta a ese partido, el caso Gürtel.
El paso de Velasco al juzgado de Garzón no es una decisión del Poder Judicial, sino un acto reglado. La Ley Orgánica del Poder Judicial obliga a destinar “a la primera vacante que se produzca (...) en los juzgados del mismo orden del lugar de la plaza reservada” a los jueces que ocupen su puesto en situación de adscritos, según su artículo 118.3. El único juez de la Audiencia que ocupa su plaza en esa situación es Velasco, ya que el titular de su juzgado es Manuel García Castellón, actual magistrado enlace en Francia. Y la vacante más inmediata, la del juzgado de Garzón, de cuya condena tomó ayer conocimiento el órgano de gobierno de los jueces.
El proceso es el mismo por el que Fernando Grande-Marlaska obtuvo su plaza al frente del juzgado central 3 en 2006. Tras sustituir a Garzón durante su estancia en Nueva York, Marlaska quedó adscrito a la Sala de lo Penal. En cuanto la anterior titular del juzgado, Teresa Palacios, pasó a la Sala, el juez ocupó la vacante que esta dejaba.
Que Velasco sea destinado a esa plaza no quiere decir que, necesariamente, tenga que ocuparse del caso Gürtel. El magistrado podría abstenerse dada su pasada relación con el partido al que pertenecían algunos de los imputados y que supuestamente se aprovechaban de adjudicaciones de administraciones gobernadas por esa formación. El juez también podría ser recusado por las partes personadas en el caso.
Por otro lado, hoy comienza el proceso de nombramiento del nuevo presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia con las entrevistas de siete candidatos. El puesto es clave ante el final de ETA ya que la sección que preside, la primera, tiene la última palabra sobre los presos de la banda. Fuentes del Poder Judicial aseguran que las opciones del actual titular, Javier Gómez Bermúdez, han quedado muy mermadas al haber sido cuestionado tanto por vocales conservadores como por algunos progresistas.
Bermúdez compite con otros cinco magistrados de la Audiencia Nacional —Javier Martínez Lázaro, Alfonso Guevara, Ángel Hurtado, Teresa Palacios y Fernando Grande-Marlaska— y con Juan Pablo González, de la Audiencia de Madrid. Tras las entrevistas, la comisión de calificación del Poder Judicial se quedará con tres nombres entre los que elegirá el Pleno.
Fuente: El País
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