La Fundación Francisco Franco demandará al artista Eugenio Merino por su obra Always Franco, la escultura que acapara toda la atención en la Feria de Arte Contempóraneo de Madrid (ARCO). La obra, que retrata al dictador en una maquina frigorífica de bebidas, pretende, según su autor, mostrar la permanencia del dictador en la memoria colectiva de los españoles. A tenor de la reacción de la Fundación que vela por el legado del dictador, Merino ha logrado su objetivo.
La obra de Merino ha molestado mucho en la Fundación Francisco Franco, tanto que Jaime Alonso, vicepresidente ejecutivo de la institución, confirmó a Publico.es la presentación de una demanda civil "y si es posible de una querella penal" al tratarse del anterior Jefe del Estado. El máximo ejecutivo de la Fundación Francisco Franco se desplazó este mediodía a ARCO en compañía de un notario para "levantar acta" de la exposición de la escultura y a tomar fotos de la obra. Según informa EFE, el propio Alonso tomó las imágenes tras pedir permiso a una de las encargadas del expositor de ADN en ARCO.
Para Alonso la obra Always Franco "es una ofensa que ninguna civilización moderna puede tolerar. No me parece que puede llamarse arte a algo que lo único que pretende es denigrar a una persona fallecida que no puede defenderse". Alonso denunció, además, que "se ha convertido la figura de Franco en un guiñol".
Pero "la ofensa" va más allá de la persona, según los criterios de Alonso: considera que Merino ataca sobre todo a unos ideales. "¿Cómo se sentiría usted si ofendieran a su familia o a quien usted considera el valedor de sus valores y principios?", pregunta retóricamente. "Genera odio", concluye.
"Se están traspasando todos los límites. Cada uno tendrá su sensibilidad, pero meter a Franco en una ornafina de Coca-Cola es una grosería", abunda Alonso, quien no percibe en Merino intención de denunciar nada, sino "un afán de notoriedad" a costa del dictador.
Al presentar su obra, Merino explicó a los medios que barajó la posibilidad de incluir a Mao Zedong en la escultura. ¿Le parecería entonces a Alonso igual de denigrante la escultura? El directivo de la fundación franquista va incluso más lejos: "Sólo habría una diferencia: los chinos no van a ARCO y el asunto no tendría tanta repercusión. Pero si se hubiera hecho con La Pasionaria, Santiago Carrillo o Largo Caballero me parecería igual de mal".
Fuente: Público
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